La figura histórica del Papa Luna protagoniza los primeros compases del verano en Peñíscola. Un desfile de bienvenida supuso el comienzo de las actividades del programa que recrea los momentos en los que la ciudad fue, hace seis siglos, sede pontificia. Por octavo año consecutivo, la Concejalía de Turismo apuesta por este argumento para saludar a la primera oleada de visitantes de la temporada alta vacacional.

El recorrido inaugural contó con los personajes del propio papa, más la figuración de representantes de su curia, desde el paseo marítimo y hasta la plaza Santa María. En total, unas 100 personas realizaron el trayecto.

Con ello, trataron de hacer retroceder en el tiempo a quienes estaban en esos momentos en los lugares más céntricos de la localidad, haciéndoles partícipes del momento en el que Benedicto XIII, tras salir de Aviñón, tomó la decisión de resguardarse en la inexpugnable fortaleza de Peñíscola para salvaguardar su condición de pastor de la Iglesia.

El alcalde de la localidad, Andrés Martínez, mencionó en la presentación de los actos que con esta cita «mantenemos viva la llama de una de las personalides más importantes de nuestro municipio, con espectáculos que suponen una oferta complementaria al sol y playa y a las fechas del final de curso y de San Juan».

TEATRO / Por la noche, los jardines del castillo acogieron una obra de teatro, Los silencios del Papa Luna, basada en una obra original de Jesús Caudevilla, y que fue escenificada por el grupo Teatre Benicarló. La representación supone el único evento de pago de estas actividades, con una recaudación que se destinará al colectivo local de la Cruz Roja.

Relacionado con esta figura del pasado, la asociación Amics del Papa Luna realizó una conferencia en el salón gótico del castillo, para aportar con detalle la historia del intento de envenenamiento del pontífice, ocurrida hace justo seis siglos. El cronista oficial de la ciudad y presidente de esta entidad, Juan Bautista Simó, explicó los antecedentes de este episodio, del que pudo reponerse gracias a un compuesto de plantas medicinales que dieron origen a la conocida Tisana del Papa Luna. La charla concluyó con una degustación de esta infusión, y del citronat, postre medieval en el que iba la sustancia con la que se quiso acabar su vida.

La programación de hoy incluye talleres infantiles en diferentes puntos de la localidad, y espectáculos de animación al final de la tarde, que irán seguidos de una batucada y de la típica quema de la hoguera de San Juan.