Morella, en cuerpo y alma, viajó ayer hasta el santuario de Vallivana para recoger la imagen de la patrona. La histórica romería completa el trayecto entre la ciudad y el ermitorio situado a más de 20 kilómetros. Hoy completarán el recorrido a la inversa. Pero en esta ocasión portando a la virgen que, seis años después y con los últimos rayos de sol, entrará en la capital de Els Ports.

Siguiendo la tradición, la bandera blanca abrió la comitiva que partió del municipio a las 9.00 horas. Tras ella y con los primeros rogativeros, la bandera verde de Sant Antoni. Unos pasos por detrás, un romero portaba la cruz que seguía el extenso cortejo. Tras ellos, se agrupaba el cuerpo de cantores, encargados de entonar las oraciones y alabanzas a la patrona durante el recorrido.

Entre quienes completaron la rogativa se encontraba el máximo dirigente de la Comunitat. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, cumplió junto a sus conciudadanos con la tradición.

Este año, el viaje hasta Vallivana escondía una novedad. Y es que tras muchos años pensando alternativas, desde el consistorio y la administración del santuario se decidió buscar una ruta alternativa. El cambio en el recorrido pretende evitar al máximo la carretera N-232. Con el nuevo itinerario, los miles de romeros solo transitaron por este vial durante el primer tramo, el que separa Morella del Pont de Taules. A partir de allí el recorrido sigue por sendas y caminos hasta llegar al destino más anhelado. Cabe recordar que la rogativa a Vallivana se celebra todos los años el primer sábado del mes de mayo. No obstante, el año sexenal se celebra en agosto para subir a la Virgen al municipio y se vuelve a realizar en el mes de octubre para que regrese a su ermitorio.

El Sexenni esconde tras sí una historia de fidelidad a la palabra dada. Sus inicios se remontan al 14 de febrero de 1673, cuando el consejo de la Vila, respondiendo al deseo de la mayoría de los vecinos, oficializó el voto solemne. La promesa de los morellanos consiste en realizar fiestas extraordinarias, en forma de novenario, en todo tiempo y de seis en seis años en agradecimiento a la Mare de Déu de Vallivana por sanar a la población del brote de peste que les asoló en el año 1672.

DISPOSITIVO ESPECIAL // Para asegurar el correcto transcurso de la rogativa se desplegaron numerosos efectivos de Cruz Roja, Protección Civil y Guardia Civil, entre otros. Como novedad, la Benemérita desplegó efectivos a caballo, los cuales acompañaron a los rogativeros en algunos tramos del recorrido. Por su parte, los efectivos de Tráfico controlaron el tránsito en puntos determinados, como la Torreta y el Pont de la Bota, cuando la numerosa comitiva descansaba en los aledaños de la carretera N-232.