Los trabajos de mejora que ejecuta durante el año la concesionaria del servicio de agua potable, Facsa, en el alcantarillado de Burriana servirán este mes para poner en valor la antigua muralla medieval de la localidad. «Potenciaremos vestigios que se encuentran en el casco antiguo, donde sabemos que hay zonas en las que el elemento de defensa había quedado escondido y existen ejemplos de construcciones, como viviendas, de la misma época», explican los ediles de Cultura, Vicent Granel; y el de Vía Pública, Vicent Aparisi, quienes visitaron ayer las obras que se desarrollan.

Con la previsión de la existencia de patrimonio en el conocido como el huit, el arqueólogo municipal, José Manuel Melchor, asumió el control de las intervenciones. «En la calle Zaragoza sabíamos que el callejón va paralelo a la zona exterior de la muralla y hemos recogido restos de cimentaciones que, tras su análisis, sabremos si corresponden directamente a la construcción y a cuál de sus tramos», puntualiza.

DELIMITACIÓN // Una vez limpiados los descubrimientos, desde el consistorio pretenden marcar cada espacio para darlo a conocer, así como delimitar el trazado de la estructura defensiva.

Por otro lado, también destacan la calle San Agustín. «Lo hallado nos da indicios de pertenecer a antiguas casas medievales, en concreto, a la fachada de una vivienda gótica, posiblemente derribada el pasado siglo y que creemos que está relacionada con la presencia de un trozo de arco adherido a un inmueble de esa misma vía», apunta Melchor.

Las próximas jornadas seguirán las labores para renovar los conductos y alcantarillado de la ciudad. «Comprobaremos hasta qué punto existen vestigios medievales y los pondremos en valor del tal forma que los vecinos y visitantes puedan conocer más de cerca la rica historia de la ciudad», concluyen los ediles.