El municipio de Llucena vivió ayer el día grande de sus fiestas con la celebración del copatrón, San Miguel Arcángel. La jornada comenzó con la eucaristía en el templo parroquial, presidida por el cura de Llucena, mosén Ramón Seguer. Al acto asistieron la corporación municipal, encabezada por el alcalde, David Monferrer; y las reinas y damas de las fiestas.

Después, la procesión recorrió las principales calles, con el acompañamiento de la Unió Musical Llucenenca. A la llegada al templo parroquial, la imagen fue depositada a los pies del altar mientras se entonó el canto final en honor al arcángel. La banda local interpretó algunas de sus piezas más conocidas ante la monumental fachada de la arciprestal.

Los quintos fueron los encargados de portar al arcángel, mientras se escuchaban de fondo el canto de los gozos y el solemne volteo de las campanas. En esta fecha tan señalada, las familias y grupos de amigos compartieron mesa y mantel, llenando las terrazas y bares del pueblo.

TARDE TAURINA / La segunda parte de la agenda estuvo centrada por los eventos taurinos. La máxima representante y las integrantes de las cortes de honor hicieron su entrada al recinto, acompañadas por el alcalde, como previa al toreo de las vaquillas de la ganadería de Germán Vidal.

El momento más esperado de la tarde llegó con la prueba de dos astados cerriles, que contaron con una elevada participación, con cientos de aficionados. Uno de los animales era perteneciente al hierro de Sergio Centelles, de Catí; mientras que el otro formaba parte de la enseña de Torreherberos. Ambas reses fueron emboladas por la noche. La actuación de la orquesta La Fiesta puso el broche de oro a una de las jornadas más especiales de toda la semana de fiestas.

Respecto a la programación prevista para hoy, los niños serán los grandes protagonistas, con los encierros infantiles y los recortes a cargo de Bou per la Vila. La cita con los pequeños se desarrollará en la plaza España.