No habrá fumigación aérea para frenar el repunte de mosquitos que denuncian municipios de la Plana Baixa. La Conselleria de Sanidad descartó ayer ese tipo de acciones, tras las peticiones del Ayuntamiento de Nules y el de Moncofa --está en evaluación al entrar ayer en el registro--. Por ello, la Administración autonómica se decanta por las intervenciones terrestres e informa de que ningún consistorio más ha presentado solicitudes.

Según fuentes de Sanidad, la inspección realizada el pasado jueves en el término municipal nulense, a instancias de la Dirección General de Salud Pública, concluyó que «en la zona de la marjal se observaron pocos enclaves con agua y en los que quedaban restos no se constató presencia de larvas vivas. Asimismo se comprobó que hay pocos focos activos de mosquitos y los que existen están ocultos en la vegetación de los cultivos». Con estos resultados en la mano, consideran que no es necesario impulsar tratamientos desde el aire.

Una decisión que no sorprende al alcalde de la localidad, David García. «No tenemos constancia oficial del no, pero la esperábamos desde el realismo, pero no desde el sentido común, consideramos que se debe hacer algo», indica. Además, critica que «gestionan el problema desde los despachos y no sobre el terreno». «Les invito a que pasen una hora en la ciudad, al lado de los vecinos, para que sepan que están pasando estos días», subraya.

sin entreno // El asunto también es de «salud pública» en Burriana, tal y como remarca la primera edila, Maria Josep Safont, quien confirma que ayer se suspendieron de nuevo entrenamientos de fútbol base en las instalaciones de Llombai. «El domingo se realizaron tratamientos en la zona interior, pero el problema está en terrenos privados abandonados del exterior. Vamos a intervenir ya, de la forma que sea, para actuar en estos espacios».

Por su parte, la Unió de Llauradors denuncia que «la plaga dificulta las actividades agrícolas en la Plana Baixa». El sindicato explica que han recibido «numerosas quejas» por la «fuerte presencia» de mosquitos. Urgen medidas «eficaces» a las autoridades competentes porque las picaduras son «continuas y molestas». El secretario general del ente, Ramón Mampel, considera que «la situación es insostenible en el campo. Las acciones no pueden limitarse a los ámbitos urbanos», dice.

EN VILA-REAL // Por su parte, vecinos de la zona residencial Molí Nou de Vila-real, ubicada en el extremo norte del término municipal y junto al cauce del río Millars, han hecho público su malestar porque, aseguran, «la nueva empresa encargada de realizar los tratamientos no se ha puesto en contacto con los residentes», con el fin de estudiar el origen de un repunte en la población de mosquitos que, como consecuencia de sus picaduras «está generando muchas molestias e, incluso, en algunos casos fiebre».

Los vecinos aseguran que presentaron un escrito en el Ayuntamiento para que se efectúen nuevas intervenciones, pero no tienen «constancia de que se hayan hecho». Mientras, la concejala de Sanidad, Silvia Gómez, señala que desde la empresa contratada se afirma que sí que se han realizado, aunque lo revisarán.