Dicen que quien no arriesga no gana. No piensan lo mismo en Onda, donde ayer, a pesar de apostar sobre seguro, ganaron. Lo hicieron con un lote de toros de la ganadería El Pilar elegido por la Junta de Festes para protagonizar el primero de los tres encierros con cerriles de la Fira 2018.

«Si va bien, para qué cambiar». Y dicho y hecho. Los toros salmantinos volvieron ayer al municipio por sus méritos en el 2017. Juego y presencia. Los esperaban los rodaors como el que aguarda a su ídolo debajo del escenario, pero también los corredores que a las 12.00 horas iban a llevarlos entre sus riñones. Algunos habían esperado un año para ello, otros tachaban otra cita en su agenda. La antepenúltima de la temporada.

Mientras los seis astados aguardaban, autoridades y los pastores realizaban el tradicional desfile por el recorrido, que a esas horas ya registraba el lleno. Y por fin sonaron las tres carcasas y las miradas se centraron en los corrales, donde se prolongó la salida un par de minutos para asegurar el buen desarrollo de la cita. Entonces, se abrió el portón y Tontillo, Dudeto, Mirabajo, Deslumbraron, Portador y Renacuero enfilaron el Camí Castelló con el runrún del respetable en el ambiente.

La manada pasó muy hermanada por la Safona y la calle San Miguel. Allí se vieron las primeras carreras. Tras su paso por la calle del Carmen, en la curva del vial Cervantes, se produjo otro encuentro con los corredores que eligen dicho punto para iniciar su recorrido hasta Ecce-Homo, entre ellos, El Botijo o Torrechiva.

La torada se fue estirando por el vial, dejando hueco a los mozos con tres ejemplares por delante y otros tres por detrás. Una tónica que continuó hasta El Plà, donde otro grupo de participantes, como Canelles, los llevó hasta el Raval para ser enchiquerados. El encierro concluyó poco más de un minuto después de su inicio.

EXHIBICIÓN // Alrededor de las 12.30 horas, y tras el desmontaje de las barreras provisionales, salía Tontillo de los corrales del Raval de Sant Josep, dando la cara. Le sucedió Dudeto, que embistió a todo de principio a fin.