La alcaldesa de Canet lo Roig, María Ángeles Pallarés, y el párroco José Mª Valle, en representación de la diócesis de Tortosa, han firmado el convenio por el que el estamento eclesiástico cede el uso de la ermita del Calvario a la administración local. Con la rúbrica culmina una larga negociación para conseguir que el monumento pueda ser restaurado.

«Nos lo entregan por espacio de 50 años para uso cultural y actualmente está en ruinas. De hecho, hace tiempo que se producen desprendimientos, el último, la semana pasada», indica Pallarés. «El inmueble precisa una reforma integral y hasta el momento, al no ser de titularidad municipal, el Ayuntamiento no podía emprender acción alguna. Ahora ya tenemos carta blanca para empezar a trabajar en la línea de solicitar ayudas y subvenciones», añade, a la vez que avanza que también presentarán la documentación pertinente para acceder a fondos europeos.

«Es un proyecto a largo plazo porque hay mucho trabajo por hacer», matiza Pallarés.