La agencia pública SINC ha publicado un extenso artículo en el que el protagonista es un pequeño plesiosaurio morellano. En la información, elaborada por Adeline Marcos, se destaca la importancia de la capital de Els Ports para estudiar a este animal que habitó todos los mares hace entre 200 y 65 millones de años, pues Morella cuenta con la colección más abundante de este tipo de fósiles en la península, en la que hasta ahora solo se habían encontrado escasos restos de estos cuellilargos reptiles marinos.

Comienza el artículo recordando que durante el Cretácico Inferior, hace unos 125 millones de años, la península ibérica era muy diferente a como la conocemos ahora, y como muestra señala Morella, en la que se había desarrollado un gran delta junto a la costa. “En esas aguas poco profundas vivió un grupo de reptiles marinos conocidos como plesiosaurios, de cabeza pequeña, cuello largo, cola corta y cuerpo ancho y cilíndrico con grandes aletas. Aunque convivieron con los dinosaurios y se extinguieron a la vez, estos reptiles, que pudieron superar los 15 metros de longitud, no estuvieron cercanamente emparentados con los dinosaurios”, prosigue esta misma fuente.

En la imagen inferior de José Antonio Peñas / Agencia SINC podemos comprobar el tamaño de estos reptiles, y las diferencias que existían dentro de su misma especie:

En la Península, los hallazgos de fósiles de estos animales han sido más bien escasos, limitados y fragmentarios. Prueba de ello es una pelvis parcial recientemente identificada en la localidad de Algora, en Guadalajara, que perteneció a un elasmosaurio, un tipo de plesiosaurio de cuello tan largo que hace un siglo y medio, cuando se descubrió la especie en EE UU, se pensó que era la cola.

En un nuevo estudio, publicado en la revista Cretaceous Research, un grupo de paleontólogos de la UNED ha descubierto ahora en la cantera del Mas de la Parreta en Morella una abundante y exclusiva colección de restos de varios individuos de plesiosaurios que convivieron con los dinosaurios, como recogen en el citado artículo del SINC.

“El material de plesiosaurios identificado en Morella resulta excepcional para el registro del Cretácico ibérico”, declara a Sinc Adán Pérez-García, científico en el Grupo de Biología Evolutiva y coautor del trabajo.

La veintena de dientes y el gran número de vértebras (cervicales, pectorales, dorsales y sacras) encontrados no pueden asignarse a un grupo de plesiosaurios concreto. Sin embargo, destaca una vértebra cervical casi completa que sí puede atribuirse a un leptocléidido, un tipo más pequeño de estos reptiles marinos y que hasta ahora se creía que solo había habitado en Inglaterra, Australia y Sudáfrica.

Los desconocidos leptocléididos

“Se trata de la primera referencia de estos animales en la península ibérica”, indica el paleontólogo. Estos animales corresponden a un grupo de plesiosaurios muy peculiares, de no más de tres metros de longitud, y que contrariamente a los otros plesiosaurios, tenían un cuello relativamente más corto.

“Sus cuerpos eran robustos y sus cabezas de relativo gran tamaño y triangulares, y pudieron adaptarse desde la vida en mar abierto a aquella en ambientes costeros, como el gran delta situado en Morella durante esa parte del Cretácico Inferior”, detalla el investigador.

A diferencia de otras especies de plesiosaurios, los leptocléididos vivían en aguas generalmente poco profundas, y se cree que incluso pudieron adaptarse a ambientes de agua salobre, como las desembocaduras de grandes ríos muy cercanos a la costa.

Imagen inferior, de José Antonio Peñas / Agencia SINC:

A lo largo de los años, los científicos han descubierto en el yacimiento de la cantera una gran diversidad de vertebrados, incluyendo algunos que pudieron habitar en el delta de Morella, así como otros cuyos cadáveres fueron arrastrados y acumulados en la actual explotación minera.

Junto a los plesiosaurios han aparecido tiburones, anfibios, otros reptiles, incluyendo pterosaurios -reptiles voladores-, tortugas terrestres, de agua dulce y marinas, cocodrilos de agua dulce y marinos, y dinosaurios.

“La fauna de vertebrados del Cretácico Inferior de Morella es muy bien conocida. De allí proceden algunos de los primeros restos de dinosaurios identificados en el registro español en la segunda mitad del siglo XIX”, apunta a Sinc Pérez-García, quien señala que la actividad paleontológica en Morella se ha incrementado notablemente en los últimos años. Así concluye el estudio publicado por la periodista Adeline Marcos para SINC, la primera agencia pública de ámbito estatal especializada en información sobre ciencia, tecnología e innovación en español.