La organización del Aplec de Els Ports, que este año llegará a Herbers, celebró ayer una mesa redonda para tratar uno de los problemas principales que abaten el interior de la provincia, la despoblación. La sala del Menador de Castellón acogió un acto que contó con el director General de la Administración Local de la Generalitat Valenciana, Antoni Such Botella; la diputada provincial responsable del programa Repoblem, Elena Vicente-Ruiz, y el alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés. También asistieron, en calidad de expertos, el profesor de la UJI Artur Aparici Castillo y el investigador de la Universitat de València Luís del Romero Renau.

Such destacó algunas acciones que está preparando la Generalitat como «la disminución de cargas fiscales para los pequeños municipios» para hacer más atractivos estos pueblos . El director general destacó también que el Consell trabaja en una medida «estrella» que facilite la llegada de empresas a estas poblaciones.

Por su parte, Vicente-Ruiz defendió la «discriminación positiva» y recordó que la Diputación ha creado 81 unidades de respiro, o el taxi bajo demanda. Además, la diputada reclamó la unión de las administraciones, «independientemente del color político», para ayudar al interior.

Por su parte, el primer edil de la capital de Els Ports exigió un refuerzo de políticas para paliar el éxodo rural. «Pedimos pasar de las palabras a los hechos y que se establezcan medidas», dijo Ripollés que añadió que «en el interior llevamos un retraso de 30 años en materia de infraestructuras». El morellano urgió a cambiar la legislación y crear herramientas de gestión propia para impulsar medidas directas que atiendan reclamaciones vecinales.

Desde la organización, Adrián Serret, agradeció a los ponentes su participación para conseguir «dar visibilidad» al problema.