El 27 de abril, a las 17.00 horas, saldrá a la calle en la Vall d’Uixó el primer bou al carrer cerril de la temporada, al que seguirán casi un centenar que las diferentes fiestas de la ciudad han comprado ya o tienen la intención de adquirir en un año que se va a caracterizar por un aumento de estos festejos respecto del 2018. La cifra irá entre los 90 y los 96 --la edición anterior fueron 86--, una cantidad total que dependerá de que les Penyes en Festes recuperen o no el esperado encierro y a la que se deben sumar el resto de astados que, sin ser cerriles, darán juego a los aficionados.

Así lo confirma el presidente de la Federació de Comissions de Festes, Federico Castelló, entidad encargada de coordinar a los organizadores y facilitar, ante todo, la gestión de los recursos comunes y la tramitación de permisos para un mínimo de 64 jornadas de festejos taurinos que prácticamente no darán pausa a los apasionados de la fiesta desde el mes de abril y hasta noviembre.

MEDIO SIGLO DE HISTORIA / El 2019 no es cualquier ejercicio. Hasta tres fiestas conmemorarán los 50 años de su nacimiento, las del Cristo de Carbonaire, San Francisco y San Teodoro. Esta última logró en el 2018 el mérito que todas persiguen, exhibir el toro más completo de la temporada, un ejemplar de Juan Pedro Domecq adquirido por la peña La Alternativa y de nombre Mocito.

Castelló avanza que solo en el Carbonaire (octubre) pretenden cerrar un cartel con hasta 12 astados. Nueve son los escogidos por las patronales de Sant Vicent y, tras esta cita, seguirán sin tregua las de la Colonia Segarra, San Antonio de Padua, San Querer, San Juan, Grupo La Unión y San Fermín, como paso previo a les Penyes en Festes (agosto). Con un descanso de apenas dos semanas, recuperarán la actividad el 24 de agosto y ya no pararán «hasta el día 2 de noviembre», detalla.

Teniendo en cuenta que entre los meses de noviembre y diciembre las diferentes entidades y asociaciones conceden los premios que resumen la calidad de los morlacos que han recorrido los diferentes recintos, en la Vall llevan apenas tres meses sin hablar de bous al carrer, al menos en voz alta, porque las comisiones hace mucho que han iniciado la peregrinación por las ganaderías para decidir dónde gastan los importantes presupuestos que reservan a este apartado.

Desde que se creó la Federació, los organizadores han logrado quitarse de encima la parte más farragosa de hacer toros, la contratación de los seguros, la venta de la carne y los servicios médicos. De todo ello se encarga esta coordinadora, que está ultimando el papeleo para las patronales de Sant Vicent, que comienzan el 21 de abril con vacas.