Que en el subsuelo o en las zonas con poco mantenimiento y limpieza hay ratas, es algo por todos sabido, pero es menos convencional descubrir que en un barrio residencial estos roedores se dedican a devorar el cableados de los servicios, amenazando con generar problemas para los vecinos, como está sucediendo, por ejemplo, en la zona residencial de la avenida Marqués de Santa Cruz de Nules.

Que no sea un incidente extraño, según técnicos de instalación de fibra óptica consultados, no quiere decir que no genere cierta inquietud entre las víctimas, que han llegado a quedarse sin conexión a internet por el voraz apetito de estos animales, que no discriminan materiales. Cualquier cable es susceptible de su afilada y destructiva dentadura.

Según ha podido saber Mediterráneo tras hablar con algunos vecinos afectados, lo que es normal para los técnicos que se dedican a hacer cualquier tipo de instalación que requiera de cableado, no lo es para los residentes de las zonas afectadas, que suelen coincidir con barrios periurbanos, próximas a parcelas abandonas o áreas agrícolas, como sería el caso de esta urbanización.

COSTE PARA EL VECINO / Uno de los propietarios consultados explica que la empresa de la fibra les avisó de qué estaba pasando, que algún vecino se había quedado sin servicio porque «los cables estaban mordidos», y les aconsejaron colocar «uno especial, más resistente». Eso sí, el coste adicional corre a cargo del consumidor.

La sorpresa llega cuando al abrir la caja de distribución se puede comprobar que todos los cables --de televisión, internet e incluso la toma tierra de la electricidad-- presentan evidentes mordeduras. El afectado indica: «Esto puede llegar a ser peligroso, porque si inutilizaran el cable del toma tierra, la casa se quedaría desprotegida ante cualquier cortocircuito o sobrecarga, sin que los dueños lo supieran».

El alcalde, David García, no tenía constancia de la circunstancia, al igual que muchos vecinos, ya que los cables están escondidos y el problema se evidencia cuando no hay remedio.