Los efectos de las lluvias torrenciales que arreciaron sobre la Vall d’Uixó a finales del 2018 han obligado al Ayuntamiento a destinar 125.000 euros para reparar un desprendimiento que causó serios desperfectos en el vertedero de Garrut, clausurado en la legislatura del 2003-2007, siendo alcalde el socialista, Josep Tur, y concejala de Urbanismo Olimpia Aznar (Esquerra Unida).

En la actualidad, el departamento correspondiente está culminando la redacción del proyecto de ejecución, como paso previo a la licitación y la adjudicación de unas obras que el actual concejal de Medio Ambiente, Fernando Daròs, espera que se inicien antes de finalizar el 2019.

INVERSIÓN OBLIGADA / Daròs precisó que «esta es una de esas grandes inversiones que son poco visibles, pero muy necesarias» --la más importante de su departamento de este año--, tanto desde el punto de vista medioambiental, como de salubridad, dado que el desprendimiento provocó el desplome de unos de los montículos artificiales creados en el proyecto de clausura para proteger y mantener controlada la basura depositada allí durante décadas. En su día, con medios propios, el consistorio realizó una intervención de urgencia para «tapar las grietas más importantes y recoger la basura que se había esparcido», de manera que no se corriera el riesgo de que pudiera esparcirse con nuevas lluvias. Sin embargo, esos primeros trabajos fueron insuficientes, «era necesario hacer las cosas bien».

Fernando Daròs precisó que cuando la Generalitat valenciana ejecutó el proyecto de clausura del vertedero, estableció unas responsabilidades municipales de mantenimiento por un periodo de 30 años, que todavía están vigentes, de ahí que esta inversión deba ser asumida por el Ayuntamiento. A los 125.000 euros habrá que sumar el dinero que cada año se destina a «reparaciones y mantenimiento».