Hacer compatible el disfrute del paraje con el respeto a los ecosistemas. Esta es la ecuación que pretende resolver el parque natural de la Serra d’Irta. Un espacio que cada año crece como recurso turístico y medioambiental, pero que tiene como contrapartida negativa la elevada afluencia de vehículos, especialmente en los meses de verano y alrededor del sendero litoral.

Aurora Quero, directora de este paraje virgen de costa que se extiende entre Peñíscola y Alcalà, anuncia un nuevo plan para limitar el tráfico, que trazarán durante los próximos meses con el objetivo de ponerlo en práctica a partir de la próxima temporada turística. «Ya hemos iniciado los estudios necesarios para determinar la capacidad de acogida del espacio, el impacto ambiental de los visitantes en la zona costera y las posibles alternativas para una adecuada gestión del tráfico por la pista litoral», expone Quero en el boletín informativo de Irta.

Los análisis de los técnicos se complementarán con «una encuesta que podrá rellenar cualquier persona interesada en el tema». La responsable de la conservación del parque confía en que las nuevas medidas «se puedan aplicar a partir del próximo verano», y puntualiza que las actuaciones «no implicarán en ningún caso la prohibición de acceso a las playas, sino una nueva regulación que favorecerá a todos».

PRECEDENTE / No es la primera vez que la directora pone encima de la mesa un freno al paso de coches de particulares. Hace algo más de dos años, con motivo de la presentación de la memoria anual del parque, lanzó la propuesta. Planteó la idea de cortar el acceso a vehículos no autorizados y crear un servicio de transporte público, además de favorecer un sistema de alquiler de bicicletas alrededor de las entradas al paraje. El proyecto no siguió adelante, ante la negativa de los consistorios afectados de asumir los costes y por la falta de inversiones por parte de la Generalitat.

Por otro lado, Aurora Quero reitera su satisfacción por la campaña de control de residuos, con el apoyo de los ayuntamientos. Desde este año no hay papeleras en las áreas recreativas e instan a depositar la basura en los contenedores de las salidas. «En general, nos sentimos muy orgullosos del comportamiento de nuestros visitantes», concluye.