Con 24 años, la socialista Tania Baños se convirtió en el 2015 en la alcaldesa más joven de España al tomar la vara de mando en la Vall d’Uixó. Ahora, con 29, ya no ostenta ese título, pero cuenta con la experiencia acumulada de haber gobernado la localidad durante una legislatura. La munícipe repasa junto a Loles García para el programa La Panderola, de Medi TV, algunos de los retos que tiene por delante a lo largo de su segundo mandato, en el que compagina la alcaldía con ser diputada provincial de Deportes.

--¿Cómo llevaste ser la alcaldesa más joven de todo el país?

--Es una cosa que con el tiempo pasa. No encontré ninguna discriminación por ser mujer, algo que ya está superado actualmente en el mundo de la política, pero sí que tuve una discriminación por ser joven, donde teníamos que demostrar más que los demás por hacer lo mismo. Tenías que demostrar que podías hacer las cosas, y no solo eso, sino que eres capaz de dar la vuelta a toda una ciudad como la Vall.

--En esta nueva legislatura has optado por la misma fórmula del anterior mandato y continuar gobernando en tripartito (PSOE, Esquerra Unida y Compromís). ¿Hay alguna razón para ello?

--Sí, la razón es que el grupo de Compromís ha sido leal al proyecto. Comparten la hoja de ruta que iniciamos juntos en el 2015 y funcionó. Numéricamente necesitamos a Compromís en el equipo de gobierno, y pensamos que era necesario y que el cambio que empezamos hace cuatro años tiene todavía mucho recorrido.

--¿Cuáles son los principales desafíos que tienes por delante?

--Tenemos una hoja de ruta muy marcada para el desarrollo económico e industrial de nuestra ciudad. Actualmente estamos muy bien conectados: nos pasa la autovía, estamos a 50 kilómetros del aeropuerto de Valencia y de Castelló... Estamos en un sitio muy positivo para la economía, pero no tenemos suelo industrial disponible para que una empresa que quiera abrir en nuestro territorio lo pueda hacer. Creemos que es un drama para la Vall, y que el Ayuntamiento y yo tenemos que liderar los problemas importantes y no dejar hacer a los propietarios de los terrenos, si no ser los primeros en llevar a cabo las iniciativas que son importantes para el municipio.

--Es un hándicap al que se enfrentan muchas poblaciones.

--Nosotros, urbanísticamente, tenemos un problema y es que nos pasa un barranco por el centro de dos polígonos industriales. Y para poder ampliar uno de ellos, el Ministerio de Fomentos nos obliga a hacer un puente de conexión. Y eso no son 10.000 euros, estamos hablando cerca de 1,5 millones, a los que el presidente Ximo Puig se comprometió a ayudarnos para que se puede aumentar el suelo industrial y que, en cierta manera, el gobierno valenciano nos ayude a promocionar lo que ha sido Parque Sagunto y todo el trabajo que hemos hecho allí para desarrollar ese suelo para que se creen empresas punteras. Nosotros estamos más cerca de Sagunto que de Castelló ciudad y esa sinergia tenemos que aprovecharla. Tenemos que ir más allá de la línea geográfica de la provincia y tener esa estrategia económica para intentar de sumarnos a todo el desarrollo de una localidad con puerto, con muchos habitantes y que además tiene la apertura hacia València ciudad. Hay que explicar las buenas conexiones y las ventajas competitivas que tenemos frente al resto.

--La Vall ha sido un ayuntamiento que fue gobernado por el PP durante muchos años, pero llegas tú y cambias esa tendencia.

--Era importante demostrar con nuestras políticas que éramos algo diferentes. Yo siempre digo que para venir a hablar de lo mismo y hacer lo mismo que se ha hecho siempre, para eso tengo otras cosas más importantes que hacer en la vida. Por eso no voy a invertir mis fines de semana, mi tiempo libre, para hacer más de lo mismo que se había estado haciendo. Y es que si no tomas decisiones valientes en las que demuestras al ciudadano que has venido hacer otras cosas de una manera distinta y a cambiar de verdad tu ciudad, pueden optar prácticamente por otra persona. Siempre recuerdo una canción de Vetusta Morla, mi grupo de música favorito, que decía que ser valiente no es solo cuestión de suerte. Dimos un paso adelante e intentamos ser valientes.

--La Vall tiene un referente turístico como les Coves de Sant Josep.

--Nosotros tenemos un relato que es cambiar el agua. Tradicionalmente el pueblo se construyó porque había un canal donde pasaba el agua y las poblaciones se constituyen donde hay agua. Por aquí pasaba una acequia, la hemos marcado en urbanismo y queremos construir todo esto adquiriendo patrimonio y poniéndolo en valor. Nuestro gran objetivo es que los 200.000 turistas que vienen a las cuevas bajen también a ver el resto de la ciudad.

--Quedan tres años y medio de legislatura. ¿Qué proyectos necesitáis que se terminen?

--Lucharemos para que la ampliación del centro social la Vallense sea una realidad. Compramos el local por 325.000 euros la legislatura pasada y la Diputación nos dejó colgados porque no dio un paso adelante para ampliar el centro como se comprometió. Durante esta legislatura daremos los pasos correspondientes de la mano del gobierno provincial con ese propósito. La construcción del segundo polideportivo también es para nosotros importantísimo, porque actualmente, con el sistema de subvenciones para ayudar a los clubs a desarrollar su quehacer, tenemos el polideportivo colapsado. Y si queremos apostar por una ciudad saludable tenemos que construir ese segundo polideportivo. No será fácil, son 2,5 millones de euros y será la inversión más grande que se haga en la Vall en los últimos tiempos. Y como tercera pieza, es importante que el plan de edificación de construcción de colegios salga adelante, porque somos una ciudad diferente a las demás. Tenemos 12 escuelas y son totalmente públicas, y debemos cuidar y mimar lo que es gestionar la escuela pública.

--¿Tiene la mujer una sensibilidad diferente a la del hombre a la hora de hacer política?

--Totalmente. En todos los trabajos pasa y por eso exigimos que las mujeres estemos en sitios de responsabilidad. Tenemos un equipo de gobierno donde la gran mayoría son mujeres.