Aumenta la inquietud en Onda por la ampliación del vertedero que plantea llevar a cabo Reciplasa en la localidad. Si los vecinos ya habían mostrado en más de una ocasión su disconformidad ante esta posibilidad, el recelo se ha disparado estos días después de ver la gravedad de lo ocurrido en la planta de residuos de Zaldibar (Vizcaya), cuyo derrumbe a raíz de un accidente laboral ha desembocado en un desastre medioambiental, con dos trabajadores sepultados y el incendio -aún activo- liberó gases peligrosos para la salud pública.

Más allá de la oposición a la infraestructura de residuos, el malestar reside en la proximidad que hay entre el núcleo urbano y el vertedero, ubicado a escasos kilómetros. Una cercanía que hace aumentar la preocupación a tenor de las consecuencias que está causando el episodio del País Vasco en los vecinos de los alrededores de la escombrera.

Al frente de las reivindicaciones sigue el Ayuntamiento, que persiste en su cruzada contra Reciplasa para tratar de impedir que la empresa pública haga realidad la ampliación y la modernización de la instalación, de modo que esta crisis ecológica acaecida en el norte de España ha servido al consistorio para recordar los riesgos que conllevaría hacer más grande la planta de residuos. «Los vecinos seguimos con gran preocupación el problema de salud pública que está generando el incendio de Zaldibar, ya que es un problema que se puede reproducir en Onda con la construcción del nuevo vertedero y la incineradora de animales muertos que nos quieren imponer», avisa la alcaldesa, Carmina Ballester.

Después de que el Gobierno central tumbara a finales de noviembre la consulta popular que planteaban para escuchar la opinión de los residentes, que era la principal arma con la que la administración local buscaba frenar el proyecto, la munícipe asegura que lucharán hasta el último instante para evitar que salga adelante la propuesta. «Utilizaré todos los recursos y conocimientos, con la ley en la mano, para defender la salud, el bienestar y el futuro de Onda y de los ondenses», recalca la primera edila.

Ayuda de abogados

Desvanecido el cartucho del referéndum, el equipo de gobierno asume que deben pasar a un plan b, por lo que indican que tratarán de buscar el más mínimo resquicio legal en los informes técnicos que prepara Reciplasa para hacer avanzar la iniciativa, con el objetivo de encontrar algún punto que arroje dudas o sea confuso que permita paralizar la actuación. Para ello, la corporación cuenta con el asesoramiento de abogados, que les ayudarán a ahondar en esos aspectos jurídicos.

La alcaldesa no pierde la esperanza y reivindica que «es hora de que se solidarice otro municipio», ya que recuerda que Onda «ya ha albergado durante más de 20 años los residuos de gran parte de la provincia de Castellón».

Ballester siempre ha hecho gala de que su compromiso es construir una ciudad sostenible con mejor calidad de vida para los vecinos, por lo que esa meta es «incompatible con un macrovertedero» que está situado «a un par de kilómetros en línea recta».