El término municipal de Borriol esconde en toda su extensión alrededor de 120 aljibes y pozos de agua, algunos de ellos desaparecidos por el paso del tiempo. El club de caza la Montaña impulsa desde hace cinco años un proyecto de restauración de este patrimonio local, construido en muchas ocasiones con la técnica autóctona de la pedra en sec, para recuperar la cultura del agua.

El primer paso fue censar todos estos lugares. «Contamos con la ayuda de las personas mayores de la localidad, ya que ellos conocían su existencia», explica Salvador Pallarés, secretario de la entidad impulsora de la iniciativa. «En Borriol hay mucha tradición de estas construcciones, así que queríamos recuperar nuestro patrimonio y difundirlo», añade.

Periódicamente un grupo de una quincena de voluntarios actúa sobre alguno de estos lugares. Las principales labores que realizan consisten en limpiar la vegetación sobrante, despejar la acudida del agua y recuperar las bóvedas de piedra para evitar la caída de personas o animales.

MEMORIA

Además, junto al Ayuntamiento, realizan también la identificación y señalización de todos los espacios. «Recordamos los nombres de las parcelas y las personas que en su día construyeron los aljibes, para que las futuras generaciones conozcan quién los hizo», detalla Pallarés.

Desde el inicio de las actuaciones, ya se han recuperado con éxito más de 30 pozos. «Hemos llegado a limpiar uno en el que se restableció una senda de 1,7 kilómetros», destaca. No obstante, también prima la hermandad de todos los participantes durante el proceso. «Terminamos siempre compartiendo un almuerzo para disfrutar cada vez que nos juntamos por el patrimonio».