El Carnaval de Vinaròs vivió ayer uno de sus días más participativos: la gran jornada previa a los grandes desfiles del fin de semana. Fue el día de los disfraces libres, que se encontraron en el recinto para disfrutar de la Gran Noche Loca del viernes. Una cita a la que acuden numerosos vecinos de todo el Maestrat. Disfraces críticos, de animales, de personajes famosos, de personajes de ficción, superhéroes... Todo está permitido en esta jornada.

Varios establecimientos de la localidad animaron ayer las horas previas con sus trabajadores atendiendo a los clientes disfrazados, como suele ser habitual cada viernes de Carnaval.

Por otro lado, también los más pequeños adquirieron especial protagonismo. El desfile infantil se convirtió en toda una fiesta familiar. El punto de concentración en la plaza del Ayuntamiento se convirtió en un epicentro de diversión. Tras el saludo de su majestad Venecia a los niños asistentes, se inició el desfile con un recorrido por varias calles para finalizar en el ágora del paseo con una chocolatada popular.