La Vall d’Uixó cerró ayer el ciclo de exaltaciones falleras con el acto organizado por La que faltava, en el que otorgaron todo el protagonismo a Davinia Oliver Orduña y Sara García Corma, quienes ostentarán la responsabilidad de ser sus máximas representantes a lo largo de todo el año.

El guión del acto tenía mucho que ver con el cambio de década, dado que los organizadores quisieron hacer un acertado paralelismo entre los años 20 que acabamos de estrenar y los locos años 20 del siglo pasado. Y para ello, no escatimaron esfuerzos e ingenio para vestir del escenario con un estilo art decó, transformando éxitos musicales de los últimos cuarenta años, pero adaptados a la musicalidad propia de aquella época tan cinematográfica, en la que no faltó su baile más popular, el charlestón, que interpretó una pareja al finalizar la presentación protocolaria de las integrantes de la corte de honor, ni tampoco imágenes típicas de aquellos días.

Iván Llop fue el encargado de dirigir un acto en el que las alusiones al cine fueron continuas. De hecho, después de que Davinia y Sara tomaran posesión de sus cargos, se proyectó un cortometraje en el que las falleras de la corte se convirtieron en protagonistas de una película de cine mudo en el que se las veía salir del mismo teatro en el que se estaba celebrando la exaltación para recoger ramos de flores en una floristería de la localidad.

El glamour reproducido en cada nueva escena, tuvo su momento álgido cuando las dos falleras mayores realizaron un brindis ovacionado por los asistentes.

Y así, la ciudad se prepara ya para el próximo sábado, cuando tendrá lugar la esperada Crida y el pasacalle del Ninot.