Los vecinos de Burriana que habitualmente recorren el Clot de la Mare de Déu han podido observar en estas últimas semanas cómo la apariencia del paisaje del enclave natural ha cambiado por completo. A lo largo del sendero apenas se podía vislumbrar el cauce del río debido a las cantidades ingentes de cañar que habían crecido a lo largo del camino. En cambio, ahora, los habituales del paraje han podido comprobar de primera mano la gran cantidad de huecos que la eliminación de esta especie ha dejado a su paso.

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) trabaja en la zona desde el pasado mes de enero. Ejecuta las labores para erradicar la caña americana cara a llevar a cabo el plan de preservación y mejora del entorno. Hasta la fecha han intervenido en el corte de parte aérea del cañar para tratar de despejar al máximo el espacio, cara a efectuar la segunda parte del protocolo de supresión.

Debido a que es una especie invasora, se reproduce con suma facilidad, por lo que es necesario extraer la raíz de esta planta para impedir que vuelva a crecer.

Una vez finalizado el acondicionamiento, en el que participan la CHJ, la Conselleria de Agricultura y la fundación Limne, el consistorio será el encargado de iniciar la segunda fase de los trabajos. Para este año está prevista una inversión de 30.000 euros para repoblar las zonas con especies autóctonas propias de la ribera y provenientes de la cuenca mediterránea, aunque calculan que el gasto necesario para llevar a cabo la adecuación total del Clot será de 80.000 euros, que estarán cofinanciados al 50% con fondos Feder. El objetivo de la actuación es recuperar las zonas donde se está perdiendo la calidad ecológica ambiental, como detalló el edil del área, Bruno Arnandis.