La Conselleria de Sanidad cerrará a partir de este martes consultorios médicos del interior de la provincia como «nueva medida de organización» por el coronavirus para «poder asumir la demanda creciente de atención y el trato adecuado de los casos» y, sobre todo, «preservar la salud de los profesionales sanitarios» a la hora de prevenir posibles contagios. Cuatro de los municipios afectados por esta reestructuración, según fuentes autonómicas, son Catí, Xert, la Salzadella y Cervera del Maestre, cuya atención médica se centralizará en el centro de salud de referencia de esa demarcación -la zona básica de salud 05-, en este caso el de Sant Mateu.

A falta de conocer los consultorios que no darán servicio mientras dure el estado de alarma, desde Sanidad apuntan que la «reorganización de los recursos se producirá en función de las necesidades» y que la Conselleria notificará de ello a la población afectada a medida que tengan lugar esos reajustes «en cada caso».

Habrá que avisar siempre por teléfono

La única excepción por la que habrá atenciones sanitarias durante los próximos días en los locales afectados será a los enfermos que no puedan desplazarse hasta el ambulatorio que les corresponda, visita que esos vecinos deberán pactar telefónicamente con un día de antelación. De la misma forma, aquellos residentes que necesiten ir hasta el centro de salud también deberán siempre llamar previamente para reservar la cita y, así, intentar evitar aglomeraciones.

La respuesta de los alcaldes ante el anuncio del Consell no se hizo esperar. «Cierran los consultorios para minimizar los contactos, pero, en los ambulatorios, también los habrá y con personas, además, de municipios diferentes, con el riesgo que ello supone», opina el alcalde de Catí, Pablo Roig (PP). En la misma línea se manifiesta la munícipe de Xert, Susana Sanz (PP), quien considera que esa concentración de gente en un único punto conlleva que el «foco de propagación sea incluso más fuerte» y critica que les avisaran con «tan poca antelación», ya que se enteró este mismo lunes.

En la Salzadella, su homólogo y también popular, Cristóbal Segarra, ve que, aunque los vecinos pierdan «servicio directo», es «buena opción» si ayuda a proteger más a los sanitarios, mientras que el alcalde de Cervera del Maestre y a la vez delegado de Presidencia en Castellón, Adolf Sanmartín (PSOE), cree que «no pierden un mínimo de atención», sino que la medida «racionaliza y optimiza los recursos y seleccionar mejor las urgencias».

Tal como detallaron desde Sanidad, los tipos de visitas que atenderán en el centro de salud -o en los consultorios en aquellos casos casos que los vecinos no se puedan desplazar- son: analíticas no demorables, control de anticoagulantes orales, cuidados complejos, entrega de material sanitario importante para la salud del paciente, seguimiento de enfermos que requieran atención por sus patologías y situaciones vitales, y urgencias.

El PP pide unos servicios mínimos

Para el PP provincial, esta medida que ha adoptado el Consell cree que «deja a los pies de los caballos a la población más mayor y vulnerable». «Cerrar un consultorio de un municipio supone una problemática muy grave para los vecinos y más si es por una falta grave de previsión», lamentó el presidente de los populares en Castellón, Miguel Barrachina.

Barrachina entiende que se ajusten los horarios y que haya recortes, pero cerrar directamente un servicio por falta de previsión es una situación que puede complicar mucho la situación», por lo que desde el PP han pedido «activar servicios mínimos para la población» y ha trasladado su apoyo «a los alcaldes que están intentando solucionar los problemas ante la desaparición de otras administraciones», así como «a todos los que están trabajando porque la provincia no se pare».