Las cadenas de favores y solidaridad están extendiéndose como el mejor antídoto contra el abatimiento que una reclusión tan prolongada llega a generar en cualquier persona. Y entre las acciones, que aunque se repiten en muchos municipios no dejan de ser relevantes, está la confección de mascarillas en decenas de hogares, como ha sucedido en Onda, donde el Ayuntamiento, tras recibir una donación de 200 metros de tela, la ha distribuido entre más de 40 vecinos y varias organizaciones locales que «permitirán la fabricación de 2.000 unidades», tal como resaltaron ayer fuentes municipales.

La respuesta en la Vall d’Uixó no ha sido diferente. Después de que las autoridades apelaran a la colaboración de los aparats del calzado, empresas y vecinos, en cuestión de días han sumado 2.800 mascarillas elaboradas por empresas --como Guarnecidos Uxó, Guarnecidos Cadel y Calzados Marisol--, un equipo de 17 vecinas que han cambiado la elaboración de zapatos por los sistemas de protección, así como fallas, fiestas y donaciones particulares. Su trabajo protegerá a los policías, cuidadores de dependientes y personas mayores, voluntarios de Protección Civil o personal de servicios básicos.

Una iniciativa diferente ha sido la de Alfondeguilla, donde ha sido el consistorio el que ha repartido 10.000 mascarillas básicas entre todos los vecinos.