La sede del Partido Popular de la Vall d’Uixó, en la céntrica calle Benigafull, amaneció ayer con unas pintadas ofensivas en la fachada dirigidas a quien fue alcalde de la ciudad y actual diputado nacional, Óscar Clavell. Las reacciones no se hicieron esperar. Aunque el texto no hacía referencia a su condición política, desde la agrupación local no dudaron en calificar la acción como «un ataque de la izquierda radical y cobarde». De hecho, el propio Clavell aseguró: «A los antidemócratas les molesta el Partido Popular y todos aquellos que defendemos la libertad y la democracia». A lo que añadió: «Podrán pintar nuestra sede las veces que quieran, insultarnos o intentar hacer daño, pero la voz del PP seguirá escuchándose más alta y más claro que nunca».

REACCIÓN // Las muestras de apoyo y condena de los hechos llegaron de todos los colores políticos, en concreto desde las agrupaciones locales que forman el tripartito, como la del PSPV, donde manifestaron su rechazo por «los ataques y amenazas personales», así como en EU y Compromís, que apelaron al respeto más allá de las diferencias ideológicas.