Más de 2.000 helófitas y arbustivas de especies de ribera autóctonas se introdujeron en los márgenes del Clot de la Mare de Déu de Burriana, en la segunda fase de la restauración ambiental, de la desembocadura del río Ana en el paraje natural conocido como Estany de la Vila, y tras haber retirado invasoras y arbolado en mal estado.

Esta segunda fase de la restauración ambiental, fruto de la coordinación entre la Confederación Hidrográfica del Xúquer, el Centro para la Investigación y Experimentación Forestal de la Generalitat, la Fundación Limne y el Ayuntamiento de Burriana, se centró en la eliminación de diversas áreas de cañaveral, evitando la proliferación de esta peligrosa especie invasora.

La caña es considerada como una de las 100 especies más peligrosas en lo que se refiere a su capacidad de invasión y de alteración de los hábitats que coloniza y, por ello, retirarla es crucial para mantener la biodiversidad y riqueza del Paraje Natural.

Entre los efectos que provoca una alta densidad de esta planta figuran la competencia y reducción de las especies autóctonas, una mayor evapotranspiración o el aumento del riesgo de inundación en episodios de lluvia torrencial, al contrario que la vegetación autóctona, que sostiene los márgenes y es flexible, adaptada a la lluvia mediterránea.

Al respecto, el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Bruno Arnandis, señaló que «es uno de los principales peligros para la biodiversidad, puesto que provoca la desaparición de las plantas y animales propios de cada región y modifica profundamente nuestros ecosistemas y es que, contrariamente a la creencia popular, las aves encuentran en los cañaverales pocas oportunidades para guarecerse o anidar».

Además, el Ayuntamiento de Burriana continuará con la la repoblación del resto del Paraje Natural con la financiación de un 50% a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. H