La respuesta a la petición del Ayuntamiento de la Vall d’Uixó a la consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas y Vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, para mantener una reunión urgente en la que tratar las necesidades de la Llar Sagrada Familia, ha sido anunciarles una visita, pero en septiembre.

Aunque en el consistorio valoran que haya puesto fecha a su visita a la residencia, según pudo saber ayer Mediterráneo, existe cierta decepción por la demora, sobre todo porque en un principio se había fijado otra cita para el pasado 17 de julio, que fue cancelada en el último momento por «problemas de agenda» de Oltra.

Al parecer, según las fuentes consultadas, en el equipo de gobierno esperaban que desde la Conselleria comprendieran que la Vall d’Uixó afronta la pandemia en inferioridad de condiciones y recursos respecto de otras residencias, dado que es de las pocas que todavía existen en la provincia con gestión municipal directa.

Mantener en condiciones normales el servicio supone al consistorio un millón de euros anuales, con una aportación autonómica que rondaría los dos millones. Durante el estado de alarma, para garantizar la protección de los residentes y asumir los protocolos sanitarios establecidos, tuvieron que dedicarse 250.000 euros adicionales del presupuesto local.

En su día, la alcaldesa, Tania Baños, aseguró que no escatimarían recursos para garantizar la seguridad de los ancianos que residen en la Llar, aunque existiría una especie de agravio comparativo con otros municipios de similar presupuesto, pero que no tienen que asumir la gestión una residencia de mayores.

GESTIÓN AUTONÓMICA

El equipo de gobierno pretende proponer a la consellera dos opciones para solucionar esta situación: aumentar la inversión que desde su área destinan a la residencia o que estudie la posibilidad de asumir la gestión directa, liberando al Ayuntamiento de esta competencia impropia.

Antes de la crisis generada en las residencias por la pandemia --que en la Vall se ha saldado por el momento con 0 contagios y por lo tanto 0 muertes--, ya se apuntó a la necesidad de replantearse esta cuestión. En aquel momento, desde el equipo de gobierno defendieron que la residencia «es un servicio esencial que no va quedar desatendido en ningún caso», pero incidieron en la necesidad de replantear el sistema de gestión, que actualmente supone un gran esfuerzo para el Ayuntamiento.