La crisis económica y social derivada de la pandemia del covid-19 se ha cobrado su primera víctima urbanística en la Vall d’Uixó: el parque del Polígono III. Esta iniciativa ni siquiera aparece en los presupuestos municipales del 2021, aprobados la semana pasada en el pleno.

La alcaldesa, Tania Baños, insistió ayer en un argumento que lleva defendiendo desde que la situación sanitaria, a partir de marzo del 2020, obligó a reestructurar las cuentas municipales para abordar las necesidades sociales que comenzaban a multiplicarse: «Es momento de priorizar otras cosas como la atención a las necesidades básicas de la ciudadanía y recuperación económica y social».

En el tiempo de definir el capítulo de inversiones, el equipo de gobierno tuvo que escoger «entre hacer una gran obra, la del parque o varias pequeñas, como la reforma del juzgado de paz y del teatro municipal, el Casal Jove, el plan de asfaltado o el ascensor del mercado», y la respuesta es la que ha quedado plasmado en las cuentas.

FONDOS EUROPEOS / Pese a este descarte inicial, el Ayuntamiento no renuncia a llevar a cabo esta intervención. Baños avanzó ayer que «confiamos en que el parque pueda entrar en los fondos europeos, ya que es un proyecto de sostenibilidad y recuperación de espacios públicos desde un punto de vista medioambiental». Una perspectiva que, en principio, será especialmente valorada a la hora de adjudicar las ayudas a repartir.

La ejecución de este proyecto, que fue presentado en marzo del 2018 en un acto público celebrado en el espacio a urbanizar, junto a la estación de autobuses, iba a iniciarse en verano de ese mismo año, pero diferencias con la empresa concesionaria del párking subterráneo --construido bajo el solar que ocupará el parque--, obligaron al consistorio a posponer sus intenciones sin fecha.

Fueron necesarias muchas negociaciones hasta llegar a un acuerdo, el cual obligó a modificar ligeramente el proyecto inicial. Pero superado ese escollo, se incluyó una partida para esta urbanización en el presupuesto del 2020. Entonces llegó la pandemia y los planes del tripartito volvieron a cambiar. En el aire quedaron no solo estas obras, sino también las del juzgado de paz, por citar dos ejemplos. Ante un nuevo ejercicio presupuestario, en el que el Ayuntamiento, por ejemplo, aumenta la dotación de la Llar Sagrada Familia, las grandes inversiones deberán esperar.