Muchos municipios de la provincia, especialmente los del interior, estarían ultimando en estos primeros días de enero los preparativos para Sant Antoni. De hecho, este fin de semana ya habría celebraciones en algunas localidades. Pero, lógicamente, el coronavirus y su amenaza de provocar contagios en posibles aglomeraciones obliga a los ayuntamientos a ser precavidos y, desde la responsabilidad y la prudencia, evitar riesgos innecesarios por la pandemia.

Por ello, todos han ido anunciando poco a poco la suspensión de los actos principales previstos para rendir honores al patrón de los animales, por lo que las pastaes de pastaescoquetes y el resto de actividades que puedan implicar una cierta concentración de personas no podrán cumplir este año, por fuerza mayor, su cita con la tradición.

Alud de cancelaciones

Aunque era un secreto a voces que el recrudecimiento de la pandemia no iba a dar pie a organizar ningún acto, los municipios de Els Ports, donde esta festividad tiene mucho arraigo, fueron los primeros en convertir lo oficioso en oficial a mediados de diciembre. Morella, Vilafranca y Cinctorres, entre otros, abrieron la veda de cancelaciones, una senda que también tuvo que seguir días después, muy a su pesar, Forcall, que no podrá celebrar en unos días su fastuosa santantonà, con los dimonis bailando alrededor del fuego purificador como protagonistas.

Pese a la cancelación íntegra del programa, sí celebraron en Forcall a finales del último mes l’esquellot, un acto en el que los miembros de la cofradía organizadora de la fiesta recorrieron las calles del pueblo para despertar a los vecinos mientras hacían sonar la típica campana que ponen alrededor del cuello de las reses.

Solo las misas, con aforo limitado, siguen en pie

Los del interior fueron los más madrugadores en anunciarlo, pero la tónica de suspensiones se repite a lo largo y ancho de la provincia. Burriana, Vinaròs, Benicarló o Peñíscola anulan toda la programación, de la que solo resisten las misas, con aforo limitado. En Vinaròs, además, ya habían anunciado que tampoco llevarán a cabo la agenda para Sant Canut (19 de enero) y Sant Sebastià (día 20).

En Onda, el consistorio confirmó ayer que únicamente mantienen la tradicional exposición de fotos, en la que muestran imágenes de cómo ha cambiado la celebración de las hogueras con el paso del tiempo. El resto de actividades organizadas por el Ayuntamiento están canceladas y están a expensas de lo que decida la Iglesia sobre la celebración de las homilías.

En l’Alcora, más allá de la anulación de los actos, no habrá ceremonias religiosas específicas por la festividad, ya que al no presentarse clavarios para organizar los actos, nadie ha solicitado una misa.

En Almassora, solo habrá misa. Fue el resultado de la reunión que mantuvieron el jueves la concejala de Fiestas, Isladis Falcó, con el párroco local, Juan Ángel Tapiador, en la que acordaron suspender la bendición de la mañana del 17 de enero. No habrá más actos.

Si bien aún no hay anuncio oficial, en la Vall d’Uixó y Nules tampoco habrá agenda municipal para homenajear al patrón de los animales. Una suspensión de actos que ya corroboraron ayer en les Coves de Vinromà.

Del mismo modo, en Vila-real, la Congregación de Els Lluïsos cancela la matxà, pero anima aun así a todos los vecinos a compartir fotos con sus mascotas a través de las redes sociales, mencionando al colectivo y utilizando un hashtag que darán a conocer en los próximos días.

Sin tributo al patrón local

Más allá de la festividad, dos municipios en los que notarán incluso más la suspensión de actos en torno al santo es Benicàssim y Betxí, donde Sant Antoni es patrón local. Así, en la primera localidad han tenido que anular los actos principales de las fiestas de enero, entre ellas su jornada más multitudinaria, como es el Día de las Paellas. En la segunda, de forma homóloga, el covid hace inviable celebrar la matxà y la romería a la ermita. Informan María José Sánchez, Isabel Calpe, Mònica Mira y Javier Nomdedeu.