En marzo no habrá Fallas. Nadie pone en duda esa realidad, pero cada junta local fallera (JLF) de la provincia de Castellón buscará la fecha que más se adecue al calendario festivo de su municipio para plantar sus monumentos a partir de julio. Esa fue la principal conclusión a la que llegaron en la reunión que mantuvieron este viernes representantes del mundo fallero de toda la Comunitat y las secretarias autonómicas de Salud Pública y Cultura, vía telemática, en la que participó, en representación de las entidades castellonenses, el vicepresidente de la JLF de Burriana, Salvador Doménech.

Ese fue el punto de partida consensuado y sobre el que trabajarán los falleros a partir de ahora. Con la vista puesta en el segundo semestre del año, y con la confianza de que haya una buena evolución sanitaria para entonces, no buscarán una fecha única para todos los municipios josefinos, confirma el delegado de juntas locales en la Junta Central Fallera, Manuel Jorge. Cada cual buscará su conveniencia, pero siempre desde la premisa de «celebrar unas Fallas seguras».

Y es que la intención desde este organismo es dar su apoyo a las agrupaciones «para que todas planten en el 2021», con los matices que impone un futuro incierto en general, que se afronta con muchos condicionantes.

Paciencia para dar fechas

Desde Burriana, la concejala y presidenta de la JLF, Sara Molina, introduce un matiz a esta pretensión: «Sabemos que no serán fechas cerradas al 100% y que, sin duda, llevaremos la mascarilla y tendremos que evitar las aglomeraciones». Una respuesta más concluyente sobre cuándo dependerá, en consecuencia, del tiempo. «Queremos esperar a que la situación mejore para fijar una posible fecha», dice.

Además, plantea otra cuestión a tener en cuenta. Para que las fiestas se puedan dar «con nueva normalidad», es imprescindible avanzar en el proceso de vacunación para lograr la ansiada inmunidad de la mayoría de la población. Es por ello que cualquier hipótesis que se plantee en los municipios falleros a partir de ahora deberá someterse «a las directrices que den desde Salud Pública», concluye. Informa Isabel Calpe.

En la Vall d’Uixó estaban esperando a conocer las conclusiones de esta reunión para convocar su propio encuentro en el que buscar el mejor momento dentro del apretado calendario festivo local. En principio, la JLF se verá este domingo para estudiar opciones.

En una circunstancia similar se encuentra Benicarló, donde, al no asistir directamente a la cita convocada ayer, prefieren esperar para recibir la información concreta y así poder estudiarla.

En cuanto a Almenara, donde solo hay una falla y una comisión, desde la JCF muestran su deseo de «apoyarles en lo que necesiten», comenta Manuel Jorge, para que no se descuelguen del posicionamiento general de plantar los monumentos en este 2021, si al final la evolución del virus es buena y sus planes llegan a buen puerto.

Participación de la secretaria autonómica de Cultura

Las sensaciones tras el encuentro virtual han sido positivas, porque las dos portavoces del gobierno de la Generalitat han mostrado su predisposición a escuchar al colectivo y conciliar posturas. Además, el hecho de que haya participado la secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, ha sido para las entidades festivas un avance de trascendencia, porque «significa que reconocen que esta fiesta es cultura», afirma Jorge.

El objetivo de las juntas falleras es, como argumenta, revitalizar un sector del que dependen económicamente cientos de personas en Castellón y miles en toda la Comunitat Valenciana.

Gran pérdida de abonados

Entre los objetivos de la JCF a la hora de reactivar las Fallas en el 2021 está la necesidad de frenar la pérdida de abonados de muchas comisiones y juntas locales. Anunciar que sí que habrá celebración, aunque sea a mínimos o adaptadas a las necesidades del momento escogido, servirá para que los falleros recuperen la ilusión por volver a participar.

Quemar lo que hay guardado. Ese es otro de los propósitos. El Ayuntamiento de València, a través de subvenciones, casi pagó lo que se había hecho para el 2020, pero no ha sido lo habitual, por lo que hace falta dar salida a los monumentos ya acabados.