El Ayuntamiento de Benicàssim ultima los pliegos para sacar a licitación la gestión del nuevo tanatorio, edificio que está ubicado junto al cementerio municipal.

Tras finalizar la fase de exposición pública del estudio de viabilidad, «ya estamos más cerca de poder iniciar el proceso para recoger las ofertas de los interesados en administrar este servicio, tras más de ocho años de la construcción del recinto», según señala la alcaldesa, Susana Marqués.

Y es que, como recuerda la munícipe, «la obra del tanatorio fue uno de los proyectos financiados con el Plan E, pero muy mal gestionado por el tripartito que formaba el gobierno municipal (PSPV, Bloc y EU), ya que no tuvo en cuenta salvaguardar las distancias de protección con la N-340 y se ejecutó la reforma sin contar con los necesarios permisos para poderla poner en marcha y que tuviera licencia de actividad. Además, el proyecto quedó paralizado medio año antes de su finalización y en su ejecución no se había contemplado ni la urbanización exterior ni el alumbrado exterior».

AUTORIZACIÓN // En este tiempo, el Ayuntamiento ha conseguido la autorización del Ministerio de Fomento por la proximidad a una salida de la N-340 y ha llevado a cabo las acciones de urbanización y alumbrado del entorno. En un principio, se pretendió que fueran asumidas por la empresa que se encargara de la gestión del tanatorio, pero el concurso quedó desierto, al no considerarse rentable.

Finalmente, fueron ejecutadas por el consistorio. El edil de Urbanismo, Carlos Díaz, recuerda que «los trabajos consistieron en la adecuación del acceso con una zona peatonal ajardinada, aparcamiento y accesible para personas con movilidad reducida. También habilitaron colectores de aguas pluviales, alcantarillado, conexión telefónica y electricidad».

El equipo de gobierno calcula que en febrero se aprobarán los pliegos para sacar a licitación la dirección del servicio, el cual está previsto que se active durante este año o el próximo. Como explica la edila de Sanidad, Vanessa Batalla, la gestión se concederá por un plazo de diez años más cinco prórrogas de un año: «En total, serían quince años para una prestación que tiene como objeto fundamental facilitar a los familiares de los difuntos unas condiciones dignas para el depósito y vela de los fallecidos hasta el momento de inhumación, en las debidas condiciones higiénico-sanitarias».