El Ayuntamiento de Nules está poniendo todos los medios a su alcance, en la medida de las competencias que tiene atribuidas por el Estado en la materia, para combatir la expansión del covid-19 en el municipio. Una misión que no está siendo fácil, pero que se ha asumido desde la convicción de que no se escatimarán esfuerzos en una respuesta que requiere de la implicación y unión de todos, tanto las fuerzas políticas como la ciudadanía. Es por ello que una de las máximas defendidas desde el consistorio a partir del momento en el que el número de positivos comenzó a dispararse entre los vecinos fue abogar por el autoconfinamiento.

La reducción de las relaciones sociales al máximo y la minimización de las salidas a las estrictamente necesarias es la mejor medida preventiva, como siempre ha defendido el alcalde, David García, en nombre de la corporación municipal.

Al pedir a la ciudadanía la asunción de esta postura de autoconfinamiento voluntario se hacen imprescindibles otras acciones preventivas que reduzcan, en la medida de lo posible, la presencia del virus en la calle. Desde el inicio de la pandemia, hace casi un año, la limpieza e higienización de los espacios públicos por parte de la brigada municipal y la empresa responsable del servicio de limpieza ha sido constante, aunque se ha intensificado de manera exponencial desde que se incrementó la incidencia de positivos, que en la actualidad ya supera los 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes, entre los que ha habido que lamentar varios fallecimientos.

Medidas necesarias

El Ayuntamiento de Nules lleva aplicando medidas preventivas contra el covid desde hace tiempo, incluso avanzándose en muchos casos a la tónica general. Las más recientes se adoptaron, con el consenso de todos los grupos políticos, en cuanto los datos que hacen referencia al número de positivos identificados en la localidad comenzaron a aumentar de manera preocupante.

Entre las primeras restricciones que se abordaron, a fin de minimizar los contactos entre los vecinos, estuvo el cierre de todas las instalaciones deportivas públicas de la localidad, a excepción de la piscina, donde se aplicó la orden de la Generalitat de esta misma semana. De la misma forma, dejó de prestar servicio la Biblioteca Municipal, que solo está habilitada para el préstamo de libros y devoluciones, así como el resto de edificios públicos, donde solo se puede acudir con cita previa, a excepción del retén de la policía.

Hasta el 31 de enero no se podrá acceder a la zona de ocio de Quatre Camins y se mantiene el corte --decretado en su día-- de las fuentes públicas de todo el municipio. Como los vecinos han podido comprobar, se conservar y refuerza el precintado del mobiliario público para evitar su uso, una decisión que también ha afectado al mobiliario existente en el interior de las zonas caninas que, «de momento», siguen abiertas.

Y en respuesta a la necesidad acuciante de reducir al máximo los contactos sociales, el Ayuntamiento consideró indispensable «suspender las actividades programadas y actos de las diferentes concejalías que comporten asistencia de público hasta el 31 de enero».

Responsabilidad

El alcalde, David García, insiste una vez más en la necesidad de responder a esta crisis sanitaria, social y económica con responsabilidad individual. De la respuesta de cada vecino puede depende poder frenar la expansión de un virus que ha demostrado ser contagioso y no discriminar a la hora de provocar reacciones graves, muy graves o fatales.

Desde el consistorio confían en el buen comportamiento mayoritario de la población, como ha sucedido hasta ahora. Y frente a quienes prefieren desoír los consejos e indicaciones sanitarias, García promete contundencia policial. Solo en lo que llevamos de mes de enero, la Policía Local ha impuesto un total de 27 sanciones, la mayoría de las cuales (16) ha sido por no llevar la mascarilla obligatoria; 9 se han tramitado por saltarse el toque de queda de las 22.00 horas; y dos, por fumar sin guardar la distancia de seguridad y por incumplimiento de cuarentena domiciliaria. Estas multas pretenden persuadir de quienes no respetan.