El Ayuntamiento de Almassora publica en la plataforma de contratación del Estado el anuncio previo sobre la ejecución de la redacción del proyecto y la dirección de obra del IES Álvaro Falomir. Este proceso, valorado en un total de 710.213,89 euros y con cargo al plan Edificant de la Conselleria de Educación, es un paso administrativo más que avanza la construcción de un proyecto que supera los 10,6 millones de euros.

La documentación está remitida también al Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) para adelantar la redacción de un plan que permitirá adecuar unas instalaciones de los años 60, tras la delegación de las competencias de la Generalitat. Así, el Ayuntamiento ejecutará las reformas de acuerdo con el planeamiento técnico, basado en el programa de necesidades de la Conselleria, y comunicará cualquier cambio del mismo.

24 aulas de ESO y 8 de Bachillerato

El nuevo recinto educativo dispondrá de un total de 24 aulas de ESO, ocho unidades de Bachillerato, dos para ciclos formativos, 10 aulas para desdoblamiento y refuerzo pedagógico, otro espacio para educación especial, dos aulas de música y tres de informática, talleres de educación plástica, tecnología, laboratorio de ciencias experimentales y de física y química, así como gimnasio, vestuarios, cafetería y una biblioteca de 144 m².

Para reducir al máximo las molestias, en primer lugar prevén prolongar el centro y construir las edificaciones proyectadas en la parcela de 4.791 m² que antes ocupaba antes el colegio Errando Vilar y que se sumará a la superficie actual de 9.906 metros. Al finalizar, trasladarán a todos los alumnos a este recinto, que complementarán con barracones mientras duren las obras de la segunda fase en la parcela inicial. Así, los operarios llevarán a cabo las obras sin tener que movilizar a todos los estudiantes a aulas prefabricadas situadas en otros lugares.

Deberán replicar el edificio al ser un espacio protegido

El actual edificio del IES Falomir, perteneciente al movimiento moderno de estilo racionalista, está incluido dentro del catálogo de bienes inmuebles protegidos aprobado por el Consell en el 2007. La Unidad de Patrimonio Cultural de la Generalitat autorizó su derribo tras realizar las catas pertinentes, pero insta a la vez a replicar el bloque por uno nuevo que respete los volúmenes y materiales que existen ahora.