La mesa de contratación del Ayuntamiento de Almassora ha propuesto esta mañana a la empresa Añil Servicios, Ingeniería y Obras (constructora del colegio Regina Violant) para la adjudicación de las obras de derribo y edificación del colegio Embajador Enrique Beltrán. Su plica es la mejor puntuada de las cinco que optan al concurso público de adjudicación. Añil ha presentado una oferta de 4.945.112,42 euros y reúne la mayor valoración en la media de los apartados técnicos.

Su propuesta tiene un plazo de ejecución de 12 meses e incluye las unidades de obra a subcontratar en base a criterios de cercanía, seguridad y rigurosidad en la entrega del material. Entre las mejoras en materia de seguridad y salud figuran medidas de prevención del covid-19, así como la presencia en la obra del técnico de seguridad y un plan de seguridad altamente específico.

Por otra parte, aporta un reportaje fotográfico del estado actual y una descripción del proyecto de ejecución con infografías del proceso y análisis constructivo, además de dos planos de implantación de la obra, uno de la fase de demolición y otro de la obra nueva, completo y elaborado con accesos, vallado, cerramiento de obra, casetas de obra para 30 trabajadores, zonas de acopio para suministros que necesitan resguardarse de la intemperie y talleres de trabajo junto a la zona de acopio, entre otros.

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Almassora sacó a licitación a finales de 2020 el derribo y construcción del colegio Embajador Beltrán por un total de 5.737.267,93 euros. La inversión para esta actuación queda dividida en dos años: un presupuesto de 3,4 millones de euros durante 2021 y los 2,2 millones de euros restantes el próximo año.

El nuevo edificio de Embajador Beltrán contará con seis unidades de Infantil, 12 aulas de Primaria y un comedor con capacidad para 360 escolares repartidos en dos turnos. El centro educativo ocupará un espacio total de 5.700 metros cuadrados. El diseño del colegio prioriza los espacios abiertos donde la ventilación y las zonas al aire libre serán protagonistas.

Además, el centro escolar aprovechará la luz natural y el espacio que quedará libre tras el derribo de las antiguas viviendas de docentes ubicadas al lado del colegio.

La reserva económica y el avance del procedimiento administrativo discurren en paralelo a los preparativos junto a los campos de Boqueras para la instalación de las aulas prefabricadas que albergarán las clases mientras duren las obras. No en vano, el pasado mes de noviembre el Ayuntamiento destinó más de 40.000 euros a la cimentación del recinto que hasta ahora ocupaba el aparcamiento de vehículos.