Con permiso del covid, l’Alcora abrirá al público el próximo mes de mayo el primer espacio restaurado, acondicionado y equipado de la Real Fábrica del Conde de Aranda: la nave de los hornos redondos.

Construidos entre 1798 y 1805 y en uso hasta principios de la década de 1970, estos hornos son un conjunto «extraordinario» tanto desde el punto de vista patrimonial como turístico, ya que la nave en la que se incluyen, de más de 200 m² de superficie útil, constituye el primer espacio en «el ambicioso proyecto de recuperación y puesta en valor de la manufactura condal», en el que habilitarán un punto de acogida e información a los visitantes que reciban.

Así lo anunció este jueves el alcalde, Samuel Falomir, que, una vez concluidas las obras de rehabilitación de esas dependencias de la emblemática Real Fábrica, visitó ayer el renovado enclave acompañado de la concejala de Cultura y Patrimonio, Ana Huguet, los portavoces de los tres grupos municipales, Vanessa Periz (PSOE), Vicente Mateo (PP) y Noelia Muñoz (Més l’Alcora), y el director del Museu de Ceràmica, Eladi Grangel.

Los trabajos, que han estado cofinanciados por los planes Feder de la UE, la Diputación y la Fundación Torrecid, han consistido, además de la remodelación de la histórica nave de hornos, en el cambio de cubierta de la antigua fábrica Azulejos BIC, SL.

Punto de inicio de las rutas turísticas

Así, una vez equipada, convertirán esta parte de la Real Fábrica en una zona de acogida de visitantes y un centro de interpretación de la manufactura, además de erigirse como el punto de inicio de las rutas turísticas que giran en torno al legado industrial alcorino. Esta última iniciativa ha contado también con una subvención de Turisme.

Falomir recordó que, dentro del proyecto de recuperación y puesta en valor del conjunto arquitectónico, y como herramienta para su contextualización, el Ayuntamiento lanza una serie de propuestas que ponen de relieve el patrimonio relacionado con la fábrica y que se encuentra disperso en todo el término municipal.

Por ello, el alcalde resaltó que la rehabilitación integral de la instalación de la villa ceramista permitirá al consistorio diseñar «una interesante oferta turística alrededor de su «rico patrimonio cerámico, industrial y natural», un proyecto con el que esperan «atraer a un importante número de visitantes». «Es algo que, a su vez, repercutirá en beneficio de la economía local la hostelería o el comercio», apuntó Falomir.

Zona fundacional

De forma paralela, el Ayuntamiento trabaja para rehabilitar la zona fundacional de la Real Fábrica. Actualmente en fase de redacción del proyecto, la previsión es que las obras comiencen a lo largo del 2022.