La excavación en el yacimiento del Torrelló del Boverot de Almassora, a cargo de la empresa Global Geomática S.L., ha sacado a la luz un foso ampliado hacia el barranco del río Millars, tal como ha avanzado el arqueólogo municipal, Gerardo Clausell. Después de tres semanas de trabajo en el recinto, los avances han dejado a la vista un tramo de recinto defensivo ubicado delate de la muralla íbera.

Los indicios que provocaron la contratación de esta empresa especializada apuntaban a que el recinto podía albergar nuevos restos de antiguas civilizaciones que adaptaron el poblado con elementos defensivos. Finalmente, los trabajos de maquinaria y operarios para extraer piedras grandes y tierra y el desbroce de la zona durante esta semana ya han extraído la continuación de un canal que, hasta la fecha, sólo era visible en un tramo.

La intervención, valorada en 35.584 euros y financiada al 50% por fondos municipales y FEDER de la Unión Europea, también pretende la recuperación de la muralla localizada al noreste. Está prevista la consolidación de 25 metros de lienzo y una investigación que en los próximos días podría alumbrar restos de dos muros pequeños de los siglos II y IV situados en paralelo a la muralla principal.

El plazo marcado en el contrato fija en 70 días los trabajos en el propio recinto, por lo que los expertos todavía disponen de tiempo suficiente para seguir el método arqueológico con técnicas de impacto mínimo que permitan localizar nuevos restos para descubrir hacia dónde se extiende el yacimiento. Posteriormente recogerán los resultados en una memoria. En ese informe final del trabajo constará el inventario de todas las piezas arqueológicas aparecidas, dibujos, plantas, fotografías, fotogrametrías y depósito de materiales en el Museo del Torrelló.

Todo ello quedará registrado en una base informatizada, mientras que la sala acogerá la restauración y exposición al público de los restos, que suponen una herramienta de gran valor para transmitir cómo era la vida en el poblado, la evolución de los utensilios a través de las civilizaciones y también de la propia configuración del entramado urbanístico del recinto.

El arqueólogo municipal, además, ha considerado que el hallazgo de una extensión del foso junto al barranco del río supone un aliciente más para retomar las visitas turísticas guiadas cuando la pandemia lo permita. No en vano, el Ayuntamiento de Almassora pretende vincular el yacimiento arqueológico con la sala de exposiciones del museo de la calle Mayor para favorecer el acceso al patrimonio.