A punto de cumplir una década como alcalde (relevó a Ximo Puig en junio del 2012), el socialista Rhamsés Ripollés tiene claro que los trabajos en el puerto de Querol son «un hito histórico» para Morella, sin olvidar el Parador o el potencial del CDT+i, situado en la Fábrica Giner.

-¿Qué proyectos impulsarán a lo largo de este año?

-Este año va a ser un año importante para iniciar y materializar inversiones que permitirán a su vez mejorar muchos servicios y crear nuevas oportunidades en el municipio. Entre estas están la ampliación y mejora del colegio con el plan Edificant, la rehabilitación del Colomer-Zurita o la puesta en marcha de un nuevo plan de rehabilitación, con más de 400.000 euros de ayudas, así como la mejora urbana con el inicio de la calle Zaporta. Más allá de las inversiones, es destacable el refuerzo de muchos servicios y las ayudas, tanto sociales como empresariales, por la pandemia, así como el impulso de planes de empleo y la agilización de trámites en las iniciativas privadas. Morella también tiene muchas posibilidades en el tema industrial y energético.

-¿Cómo afrontan la pandemia?

-En Morella, por desgracia, vimos desde el principio la dureza y la crueldad de este maldito virus que se lleva por delante la vida de mucha gente. Ahora, sobre todo con la máxima coordinación y colaboración con los servicios sanitarios, hay que avanzar con la gran esperanza que es la vacuna. Por otro lado, dar apoyo a quien más lo necesita, tanto a nivel social como empresarial. Por eso hemos reforzado todo el presupuesto con ese objetivo, así como estar preparados para la salida del túnel, activando inversiones y posibilitando, cuando se permita, la recuperación de la actividad festiva. También hemos visto cómo diversas familias han vuelto aquí para trabajar y tener mayor calidad de vida. Esto no tiene que ser puntual, Morella tiene posibilidades y el mundo rural nos debemos reivindicar y ser escuchados.

-¿Qué medidas destacaría de las impulsadas contra el covid?

-Sobre todo, el refuerzo social, tanto para nuestros mayores como para las familias con mayor vulnerabilidad. También, de forma muy intensa en el inicio de la pandemia, nos volcamos en la obtención de material y apoyo a los establecimientos. Las ayudas a las empresas y autónomos son otra parte fundamental, junto a la promoción del comercio local.

-¿Cómo valora el ecuador de la legislatura y qué espera de la segunda mitad del mandato?

-Está siendo una legislatura marcada por el covid y muchas prioridades han cambiado para hacerle frente. Pero hace dos años nos comprometimos con los morellanos para llevar adelante proyectos clave para nuestro futuro como la N-232, el Parador o el colegio. Eran difíciles de retomar, pero los estamos consiguiendo desde la cooperación absoluta con el resto de las administraciones. De los próximos meses, espero la salida sanitaria de esta crisis producida por el covid-19 y una Morella que, con nuevas comunicaciones y el impulso de muchos de estos proyectos, genere más oportunidades.

-El avance de las obras en la nacional 232 en el puerto de Querol es un hecho histórico. ¿Cómo valora la ejecución de estos trabajos?

-Es el proyecto más importante para el futuro socioeconómico de Morella. Un hito histórico haberlo conseguido y ahora ya vemos la recta final de estas obras, que incluso podrían entrar en servicio dentro de este 2021, como hace unas semanas informó el ministro José Luis Ábalos en su visita. Una de nuestras prioridades ha sido la máxima coordinación y colaboración, tanto con el Ministerio, como con la UTE encargada de las actuaciones. Su implicación está siendo muy positiva y ya estamos trabajando también en el tramo La Torreta-Morella Sur, que con el actual Gobierno central se ha reactivado, después de años de paralización. Ya ha salido a información pública y esperamos que se pueda licitar lo antes posible.

-La Fábrica de Giner está experimentando un notable cambio en los últimos años. ¿Qué espera del nuevo CDT y de este complejo tan querido por los morellanos?

-Es un sitio con una destacada historia de la Morella textil, muy querido por los morellanos, pero sobre todo con mucho potencial de futuro para crear ocupación, formación y nuevos proyectos para la localidad y Els Ports. Después de muchos años donde no se invirtió, y estaba en decadencia, ahora se está recuperando y con iniciativas tan destacadas como el CDT+i, que queremos que sea un polo de atracción de actividad. Esperamos que la situación del covid pase pronto y permita que pueda ofrecer todo su potencial para el sector empresarial, así como poner en marcha también la FP.

-¿Qué futuro le espera al edificio Colomer Zurita?

-Fue el claro ejemplo de cómo no actuar desde otras administraciones a espaldas de Morella. El primer paso fue recuperar su titularidad y, como dijimos, nos íbamos a dejar la piel en obtener ayudas para su rehabilitación y, sobre todo, que vuelva a tener vida. La obtención del 1,5% cultural ha sido una grandísima noticia y ya estamos ultimando esa primera fase de las obras, que puedan posibilitar ubicar allí los primeros servicios culturales, como la biblioteca, el archivo o la escuela de música. De hecho, el poder albergar la escuela de música allí nos permitirá hacer otro proyecto, como es ampliar el centro de día, puesto que la actual escuela está contigua ahora a este servicio social.

"La paternidad es la mejor etapa, hay que disfrutar y aprender"

-¿Cómo lleva la paternidad? ¿Alguna recomendación para padres primerizos como usted?

-Es la mejor etapa, sin duda. La recomendación es disfrutar cada momento y aprender, nosotros los mayores, muchas cosas de nuestros hijos.

-Un libro.

-Ya que estamos en las semanas que celebraríamos Morella Negra, una buena novela de Víctor del Árbol, que tuve el placer de conocer: La tristeza del samurái.

-Una serie.

-Muchas. Una de hace años, Fringe. Una que estoy viendo actualmente, Babylon Berlin.

-Una canción.

-Aún más difícil. ¿Qué haríamos sin música? Si tengo que elegir… me quedaría con Tots els motors, de Antònia Font.

-Una afición.

-Viajar. Ahora el covid nos lo impide, pero nos ha hecho valorar y descubrir pequeños rincones que tenemos bien cerca.

-Un plato.

-La gastronomía de Morella da para mucho, pero me voy a un plato tradicional, no tan conocido y auténtico que hemos heredado de muchos de nuestros mayores: truita en mulladó (un sabroso caldo con tortilla de arroz).

-Un deseo para el 2021.

-Creo que el de todos: que acabe la pandemia del covid-19 y que nos podamos reencontrar.