Benicàssim encara su segunda temporada turística atípica por la pandemia con el foco centrado en las terrazas, que volverán a ser el principal sustento para bares y restaurantes. Ante esta situación, el Ayuntamiento trabaja para impulsar medidas que por un lado favorezcan a la hostelería, tan castigada por la crisis del covid-19, y por otro, mejoren la seguridad de los viandantes, con la peatonalización de calles, garantizando las distancias de seguridad.

Fuentes municipales confirman a Mediterráneo que volverán a ampliar el espacio para las terrazas, siempre cumpliendo la normativa, «con el objetivo de seguir favoreciendo la reactivación del sector». Una decisión similar a la del año pasado y que repetirán porque los restaurantes pueden colocar menos mesas debido a la separación que deben mantener.

Asimismo, desde el consistorio avanzan que van «a estudiar otras alternativas para seguir ayudando a este sector», que anunciarán en las próximas semanas.

Planean el cierre o la peatonalización temporal de viales, entre ellos la arteria principal de la localidad, la calle Santo Tomás, como hicieron el pasado año. El Ayuntamiento pretende aplicar esta acción durante los días centrales de Semana Santa para impulsar la reactivación de los negocios, así como promover la recuperación de la confianza del consumidor y el retorno de los clientes.

Con este objetivo, la alcaldesa, Susana Marqués, presidió una reunión con la edila de Actividades, Cristina Fernández; el edil de Movilidad, Carlos Díaz, y el intendente jefe de la Policía Local, Eugenio Capitán. La munícipe señaló: «Hay que posibilitar el servicio con las medidas de seguridad sanitaria, para traducirlo en mantenimiento de locales y empleos».

La iniciativa fue valorada de forma positiva el verano pasado, ya que, según Fernández, «permitió ampliar el espacio para los peatones, así como para las terrazas, y favoreció el cumplimiento de las normas para evitar los contagios de covid».

Por su parte, Díaz es partidario de repetir en este 2021 la propuesta y destacó que «el pasado verano quedó patente que la seguridad sanitaria y la reactivación económica pueden ir de la mano».

El consistorio está a expensas de las restricciones del Consell en cuanto al horario de apertura de la hostelería y el toque de queda, para ver si lo pueden volver «a implantar e impulsar al sector, motor económico y fuente de empleo», apuntó Marqués. Además, el Ayuntamiento ha suspendido el pago de la tasa de terrazas a hostelería y comercio este año como otra medida de respaldo.