El municipio de Almassora repartirá los 86 primeros contenedores de recogida de basura orgánica en mayo para el inicio de la selectiva tras el proyecto piloto ya ejecutado. De esta forma, el pleno del Ayuntamiento ha aprobado esta semana la reserva de 97.495,15 euros que permitirán iniciar la recogida masiva de la fracción orgánica y, además, sumar un día más a la semana de recogida de plástico.

El área de Gestión de Residuos del Ayuntamiento ha pactado con la empresa la recogida de estos residuos todos los lunes, miércoles, jueves y sábados desde que el servicio entre en marcha, por lo que el contrato vigente está en fase de revisión para atender los nuevos objetivos.

Es el acuerdo alcanzado con Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) para situar los nuevos contenedores marrones en las inmediaciones de colegios y restaurantes y de esta manera cumplir con los plazos marcados en la normativa europea para ofrecer este nuevo servicio ciudadano a partir de 2021. Además de la incorporación de esta fracción orgánica a los servicios públicos municipales se suma también la contratación de un educador ambiental para orientar a la población sobre el reciclaje en el contenedor marrón.

En concreto, este profesional se desplazará a los centros educativos y a los negocios de alimentación y restauración para explicar el tipo de residuos a depositar en estos contenedores. De igual forma, también recorrerá Almassora con el objetivo de informar del uso correcto al vecindario que se aproxime a los depósitos de basura orgánica ubicados por el municipio.

De hecho, la campaña de concienciación es parte fundamental de esta iniciativa, por lo que los contenedores incorporarán un panel informativo con las instrucciones de uso, entre las que figurará el tipo de residuos para el que están pensados: cáscaras de huevo, marisco o frutos secos, fruta y verdura, carne y pescado, alimentos caducados o papel de cocina y tapones de corcho.

El objetivo de la Concejalía de Gestión de Residuos pasa por incrementar progresivamente el volumen de recogida de la orgánica en detrimento de los residuos urbanos habituales para favorecer el tratamiento y reciclaje de materias primas. El consistorio entiende que la incorporación de este nuevo contenedor comportará un periodo de adaptación y se consolidará en unos meses en la rutina doméstica de la ciudadanía.