Responsabilidad, por el comportamiento ejemplar de los falleros durante la semana, y esperanza, por la ilusión de que en otoño se celebren actos josefinos, si la pandemia lo permite. Son dos máximas que se repitieron ayer en las no Fallas, centradas en misas, ofrendas y pirotecnia en los municipios con esta tradición en Castellón: Burriana, Benicarló, la Vall y Almenara --este último sin citas--.

En Burriana, pese a registrarse una jornada gris de San José, la lluvia no apagó la llama del colectivo fallero. Hubo una eucaristía en la basílica, con la asistencia de los máximos representantes de las 19 comisiones, las reinas falleras, Elena Pastor y Julia López, sus cortes de honor y las autoridades municipales. Tras finalizar la ceremonia, los asistentes realizaron una ofrenda de flores, de manera ordenada para evitar aglomeraciones, en el tapiz dedicado a la Virgen de la Misericordia, sin lucir la indumentaria típica de estas fechas. Con un riguroso protocolo de la Junta Local Fallera, la entrega floral culminó con una mascletà y, por la noche, hubo espectáculo pirotécnico por la ciudad.

En la Vall d’Uixó, la Junta Local Fallera destacó la responsabilidad demostrada por los falleros, pues supieron responder a los actos simbólicos como se esperaba. Durante toda la semana, las puertas de la iglesia de los Desamparados, en la Colonia Segarra, estuvieron abiertas para participar en una ofrenda diferente, que remataron ayer las falleras mayores, Sheila Martínez y Helena Amorós, con el templo decorado con multitud de flores. La presidenta de la JLF, Iris Talamantes, aseguró que «la gente ha mantenido la ilusión», lo que supuso que el espíritu josefino estuviera vivo. Fuegos artificiales pusieron el broche a la jornada.

Por su parte, Benicarló centró las citas en una misa, en el templo de Sant Bertomeu, tras un programa protagonizado por propuestas virtuales en las redes sociales.

Con todo, la vista está puesta en unos festejos otoñales. En caso de no ser posibles, tocará pensar en las Fallas 2022, de las que ya se habla que serán «las mejores de la historia». Por ganas no será, tras dos años sin el fuego josefino.