La Diputación de Castellón asumirá la redacción de un plan de acción para la estabilización y protección de las laderas del frente marítimo del castillo de Peñíscola. Este es el compromiso que el presidente de la administración provincial, José Martí, ha trasladado este miércoles al alcalde de la Ciudad en el Mar, Andrés Martínez. Ha sido en una visita oficial a la localidad para, como ya avanzó este periódico, atender la petición del primer edil de aunar esfuerzos cara a solventar el problema generado por los desprendimientos que se produjeron en diciembre del 2019 en el acantilado sobre el que se cimenta la muralla exterior de la ciudadela y resolver si entrañan algún peligro.  

Tras inspeccionar la zona afectada, junto al munícipe y la diputada de Cultura, Ruth Sanz, Martí recordó que, cuando se produjo el desprendimiento, la Diputación ya impulsó un estudio, desarrollado por la Universitat Politécnica de València (UPV), para conocer el alcance del derrumbe en el frente rocoso, que han dejado como conclusión la necesidad de detallar qué medidas hay que adoptar para reforzar la seguridad de la zona. «El desprendimiento de hace dos años nos dejó una advertencia clara, teníamos que actuar y empezar a planificar acciones preventivas para garantizar la seguridad de los visitantes y una adecuada protección de todo el conjunto histórico, y así lo hicimos», señaló el presidente de la institución provincial, y añadió que, en una primera fase, «confiamos en la Universitat Politècnica de València para la ejecución de un análisis exhaustivo de la masa pétrea que nos ha servido para determinar el estado que presenta el tómbolo». 

El alcalde, Andrés Martínez, señala los desprendimientos del tómbolo del castillo.

Desgaste por el impacto del mar y la filtración de lluvia

Estos trabajos, que se han comparado con los datos recogidos en el 2018 para hacer una recreación digital fidedigna, concluyen la existencia de riesgos y que el origen de los desprendimientos está en el desgaste provocado en la piedra por la acción continua del mar y a la filtración de la lluvia por las cavidades internas.

El proyecto para afianzar la protección permitirá identificar al detalle la problemática, marcar las medidas a adoptar y, en definitiva, priorizar, valorar y distribuir las actuaciones a realizar para garantizar la estabilidad de los taludes sobre los que se asienta el conjunto monumental del castillo.

Por su parte, Martínez, agradeció la implicación y apoyo de la Diputación para intentar resolver el problema y destacó el gesto del presidente, «un ejemplo de dignidad», dijo. 

Reunión de trabajo de la Diputación con el Ayuntamiento de Peñíscola.

El proyecto que marcará cómo actuar, en cuatro meses

La diputada de Cultura y responsable de la gestión del castillo, Ruth Sanz, explicó que han detectado dos áreas más que comparten las mismas características geológicas que la zona que sufrió el desprendimiento a finales de 2019. «Conocedores de esta situación, este mes hemos dado luz verde a la elaboración, por parte de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), de este nuevo Plan de Acción que definirá las medidas concretas a acometer, la financiación y las instituciones que, por sus competencias, tendrán que asumirlo». 

El alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, hizo en hincapié en que las actuaciones «permitirán minimizar el impacto que puedan tener futuros desprendimientos». El munícipe recordó que, en repetidas veces, «solicitamos ayuda a los técnicos competentes, que entendemos eran los de Costas, pero no obtuvimos respuesta, como tampoco se atendió la petición de hacer un informe geológico». 

El plazo máximo de redacción de este documento es de cuatro meses. Los objetivos que tendrá que incluir son el drenaje de las murallas, medidas de protección de los acantilados y acciones para proteger la seguridad marítima.