El alto precio de la vivienda en Benicàssim, de los más elevados de la provincia de Castellón, dificulta que la gran mayoría de los jóvenes pueda quedarse a vivir en la localidad costera, muy a pesar de tener raíces en el municipio.

Ante esto, optan finalmente por comprarse una casa en otras poblaciones próximas, donde encuentran mejores oportunidades, que sí están a su alcance y entran en las hipotecas que les conceden los bancos. «Esta es una de las necesidades que tenemos detectadas. Benicàssim necesita viviendas que nuestros jóvenes se puedan comprar», según explica la alcaldesa, Susana Marqués. Es por ello que el equipo de gobierno ha decidido comenzar un plan de adquisición de patrimonio que posibilite habilitar un espacio para viviendas sociales.

Y es que, si ya es complicado adquirir un piso para un joven, de entre 20 y 35 años, en la localidad costera, incluso de inmuebles de segunda mano, desde el consistorio tienen claro que será más complicado después de esta crisis sanitaria que tanto está afectando al bolsillo de los ciudadanos.

El Ayuntamiento busca solares o edificios para crear viviendas sociales, previsiblemente en el casco urbano, ya que los precios en la playa se disparan. «Hace muchos años que en Benicàssim no se hace un proyecto de estas características», señala la primera edila. El objetivo es proyectar un edificio con pisos asequibles, similar al de colorines, localizado junto al centro de formación y empleo Josep Barberà i Ceprià, que también se construyó con esta finalidad.

La iniciativa es una de las contempladas dentro del planeamiento que ha emprendido el consistorio de adquirir patrimonio, con un presupuesto de alrededor de cuatro millones de euros. 

Otros objetivos

Con esta inversión, el equipo de gobierno pretende además ampliar las dependencias municipales, y que sean más accesibles a los ciudadanos; así como habilitar una nueva sede para la Policía Local, que se encuentra desde hace 15 años en la antigua estación, en una ubicación que debía ser temporal y que no cumple las condiciones.

«Ahora, se redactarán unos pliegos que especifiquen las necesidades del Ayuntamiento y cualquier persona propietaria de una parcela podrá presentarse al concurso, ya que será un procedimiento abierto, transparente y público», según afirma Marqués. «Nos ilusiona mucho porque es un plan de futuro», concluye.