Almassora celebrará, en la tarde del Jueves Santo, la 13ª edición de la Rompida de la Hora de Tambors de Passió, en la plaza Mayor. Sin duda será una de las ediciones más inusuales desde el nacimiento de este acto emblemático.
El consistorio y la asociación cultural han trazado un protocolo de seguridad con el objetivo de poder llevar a cabo esta edición con todas las medidas pertinentes contra el covid-19, puesto que el objetivo es poder llevar a cabo un acto testimonial de esta celebración, que ya en 2019 no pudo celebrarse a causa del mal tiempo y en 2020 tuvo que llevarse a cabo desde balcones de particulares a causa del confinamiento.
Así, para garantizar la máxima seguridad de los participantes y de la población, los 140 tamborileros que protagonizarán el esperado momento (frente a los 300 que suelen participar) serán los únicos que podrán acceder a la plaza, que estará controlada por agentes de la Policía Local y seguridad privada para evitar el acceso del público. En esta línea, todos los músicos llevarán mascarilla y guardarán la distancia de seguridad durante el acto.
Nuevo horario
El presidente de Tambors de Passió, Damián Aguilella, ha manifestado que abordan la cita con «mucha ilusión, pese a las limitaciones y cambios que, sin duda, harán del acto algo distinto a lo que estamos acostumbrados. Una de las modificaciones más importantes es la hora de celebración. Habitualmente, el estruendo de los tambores inunda el ambiente con la llegada de la medianoche, pero, en esta ocasión, para cumplir con las limitaciones del toque de queda, el acto tendrá lugar a las 19.00 horas y su duración, en lugar de casi una hora, será de aproximadamente 15 minutos. Tampoco podremos disfrutar de la habitual ornamentación con antorchas y romero, que aportan un toque de solemnidad y misterio, pero para compensarlo hemos concebido el acto, que será retransmitido por la televisión local, con una escenificación que cuida al máximo cada detalle».
Dadas las circunstancias que marcaron la pasada edición de la Semana Santa almazorina, declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial desde hace tres años, los invitados de honor previstos para 2020 mantendrán durante esta edición su reconocimiento. Por un lado, Lidón Valer Cabaleiro, directora de la banda sinfónica de la Unión Musical Alqueriense y, por otro, la cofradía de San Francisco por su 250º aniversario, presidida por Mari Carmen Claramonte Vila. Ambas recibirán en Ca la Vila un reconocimiento simbólico a partir de las 18.30 horas.
Retransmisión
El público que acudía cada año a la plaza Mayor de la Vila deberá quedarse en casa y seguir el acto telemáticamente, a través de la televisión de Almassora o por las redes sociales de la asociación.
El consistorio y la asociación cultural Tambors de Passió han aguardado hasta el último momento para determinar la celebración del acto. Dada la mejora de los datos sanitarios, tomaron la decisión de llevar a cabo el acto bajo estrictas medidas, por ello «solo podrán acceder a la plaza Mayor los integrantes de Tambors de Passió vestidos con la indumentaria característica, con distancia social y mascarilla», explicó la alcaldesa, Merche Galí.
Reconocimiento
Almassora rendirá homenaje a dos invitados de excepción, que tendrán el privilegio de firmar el bombo conmemorativo y el libro de honor en un acto que se llevará a cabo previamente a la Rompida. La primera de ellas es la directora de la banda sinfónica de la Unión Musical Alqueriense, Lidón Valer Cabaleir, y miembro por oposición del Cuerpo de Maestros de Música de la Generalitat Valenciana, en cuyo currículo figuran también logros como haber formado parte de la plantilla de la Orquestra Simfònica de Castelló o directora de la Banda Infantil y la Banda Jove de Almassora del 2009 al 2014.
La segunda homenajeada es la cofradía de San Francisco, que en 2020 celebraba su 250º aniversario. Esta agrupación, integrada por 70 cofrades (hombres y mujeres) tuvo que posponer sus actos conmemorativos, pero aborda la jornada con mucha ilusión.
