El alcalde de l’Alcora, Samuel Falomir, ha solicitado una reunión con la Consellera de Medio Ambiente, Mireia Mollà, con el objetivo de lograr el apoyo de la Generalitat a la postura que mantiene el Ayuntamiento de evitar la apertura de una nueva Reyval en el municipio, auspiciada por la mercantil Aprocol, heredera de la primera, que pretende instalar otra planta de tratamiento de residuos, tanto peligrosos como no peligrosos. De hecho, el departamento de Mollà ya ha concedido el certificado de compatibilidad urbanística para esta actividad.

Asimismo, ya están en exposición pública, tras su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), los expedientes de autorización ambiental integrada y de evaluación de impacto ambiental de la misma.

Unos trámites que han llevado a Falomir a convocar para esta tarde una reunión con los portavoces de los grupos políticos del consistorio y con representantes de la Plataforma Ciutadana No a la Contaminació, con el fin de conservar la comisión que se creó en su día de seguimiento de Reyval y abordar, de manera conjunta, los documentos para alegar.

Nuevo intento

Para el munícipe alcorino lo que intenta la mercantil es «reabrir y volver a realizar lo que ya hacía cuando era Reyval, respecto al tratamiento de residuos y almacenamiento, pero para nada de incineración, y más desde que en agosto del 2011 el Ayuntamiento aprobó una modificación del PGOU para excluir la cremación de residuos en sus diversas zonas industriales».

Falomir garantiza la «transparencia» de todas sus actuaciones y su decidida determinación: «No queremos una planta de residuos, por lo que vamos a hacer todo lo posible para evitarla». Y añade que «la mala gestión que se efectuó por parte de Reyval y la permisividad de la Generalitat generó muchos problemas a l’Alcora».

El Ayuntamiento quieren asegurarse de que no se repita todo lo que rodeo a Reyval en l'Alcora con su proyecto de incineradora y que generó una batalla judicial entre el consistorio alcorino y la empresa, ya extinta, con históricas manifestaciones en la capital de l'Alcalatén, Castellón e incluso Valencia, de más de 5.000 personas, preocupadas por la salud medio ambiental de la localidad azulejera, hasta que lograron ganar la sentencia que obligó a la empresa a cerrar en 2017 tras anular el Tribunal Supremo su AAI Autorización Ambiental Integrada.

Residuos industriales y sanitarios

Según consta en la documentación oficial, la intención de Aprocol es abrir una planta para la gestión de residuos industriales y sanitarios, tanto peligrosos como no peligrosos". Así, se realizarán tratamientos de valorización, reutilización y reciclaje de los residuos industriales y la esterilización de residuos sanitarios. Tal y como aparece en la evaluación de impacto ambiental sometida a exposición pública, "los residuos peligrosos para los que no existe tratamiento específico dentro de las instalaciones, son almacenados y reexpedidos a gestor autorizado, actuando Aprocol como Centro de Transferencia de Residuos".

En las instalaciones se trabajará para la recuperación y reciclado de plásticos, contará con una línea de lavado de big-bags, papel y fibras textiles y con otra para la recuperación de metales. En el documento también se recoge el tratamiento por técnica de autoclave, que permitirá la "esterilización de residuos sanitarios del grupo III".