Ante una infraestructura de la envergadura, a todos los niveles, de una línea de muy alta tensión (MAT), es innegable que los pros y los contras se entremezclan en un debate social y político en el que la necesidad de garantizar y hacer llegar el suministro eléctrico choca con la clara contaminación paisajística y los posibles efectos sobre la salud y la fauna que acarrean la instalación de 186 torres con más de 40 metros de altura, que es lo que plantea Red Eléctrica en Castellón.

Conectar con el eje de Aragón y Valencia

La empresa, en su memoria de impacto ambiental publicada en el año 2005, ya defendía que «el incremento de la generación convencional y de régimen especial tanto en Aragón como en Cataluña, así como el aumento esperado de la capacidad de interconexión con Francia hace necesario reforzar el eje entre Aragón y Valencia». Es decir, para garantizar el consumo eléctrico en todos los puntos, la energía tiene que llegar por algún lado y converger por algún sitio.

Más eficiencia y evitar pérdidas de energía

Como esta línea era originariamente de 132 kilovoltios (kv), de simple circuito, desde Red Eléctrica puntualizan que el nuevo trazado, al ser de doble línea y 400 kv, sería más eficiente. Con la nueva infraestructura, reivindican que reducirían las pérdidas de energía y el sistema eléctrico ganaría al mismo tiempo en seguridad y en sostenibilidad.

Nuevas instalaciones, pero mismo suministro

Aunque la llegada cada vez más factible de las torres pueda hacer creer que repercutirá en que los municipios podrán recibir un mayor suministro, lo cierto es que la MAT no se traduce en una mayor cantidad de flujo eléctrico. En el caso de Els Ports, por ejemplo, no pueden aprovechar la energía renovable que generan los parques eólicos de la zona al no poder acceder a ella.

Contaminación visual, paisajística y sonora

Un efecto que salta a la vista enseguida es la contaminación visual y paisajística que supondría para el territorio colocar un ejército de 189 gigantes de hierro de norte a sur. Sin olvidar también el impacto sonoro que causaría.

Temor a posibles efectos en la salud

Un temor muy extendido entre los vecinos de las poblaciones afectadas, aunque no hay ninguna evidencia científica que lo refrende al 100%, son las posibles consecuencias sobre la salud vinculados a la instalación de esta flota de torres eléctricas.

Puntos peligrosos para las aves

Asociaciones y partidos contrarios al macroproyecto también denuncian que un trazado así representa un peligro para las aves, ya que, aunque el recorrido intenta evitar áreas protegidas y zonas de reserva de fauna, advierten de que la infraestructura provocará colisiones y electrocuciones de muchos pájaros.