Tras un año en blanco, las comisiones falleras de Burriana están estudiando la posibilidad de montar las Cruces de Mayo para retomar la actividad, aunque sea bajo mínimos. El consistorio se muestra favorable a la propuesta planteada que consistiría en retrasarlas al tercer fin de semana de mayo, siempre y cuando la situación sanitaria sea favorable.

La concejala del área, Sara Molina, explica que «esta fiesta tiene un gran significado para todos los falleros, porque marca el inicia del ejercicio y, de alguna manera, estaríamos apelando a la esperanza de poder celebrar Fallas este año». De ahí, el impulso que quisieron darle todos los presidentes de comisión en una reunión mantenida esta semana, siempre dentro de parámetros de prudencia por la pandemia.

Molina añade que «queremos ser muy cautos y estudiar diferentes posibilidades para poder ajustarnos a las restricciones que manden las autoridades sanitarias en cualquier momento».

propuestas/ Dependiendo de las condiciones que se den hay dos propuestas sobre la mesa. La primera sería la instalación de una cruz simbólica para conmemorar el festejo; y, la segunda, que las 19 comisiones hicieran lo propio en los emplazamientos donde habitualmente se planta falla. De una manera o de otra, será una celebración reducida, sin reuniones y sin cerrar el paso de vehículos en las calles donde se instalen los monumentos florales, para que tengan una presencia más discreta.

La edila informa que el atraso de la celebración al 21, 22 y 23 de mayo se debe a que «son fechas en que las condiciones climatológicas son más favorables y, además, como habrá finalizado el estado de alarma podremos conocer mejor las nuevas medidas». Cabe recordar que esta tradición es Fiesta de Interés Turístico Provincial y no se celebra desde el 2019.