La edición de 2021 hubiera sido la decena, una década homenajeando la cultura, la tradición y la gastronomía de Càlig de la mano de Sant Vicent, las ‘farinoses’ y los dulces tradicionales de la población. Este año, a causa de las restricciones impuestas por la pandemia, y tal y como ya pasó en 2020, la plaza Nova y calles adyacentes no lucirán engalanadas para conmemorar la efeméride.

 Con todo, el Ayuntamiento de Càlig ha instalado en el hall del consistorio una exposición temporal -obra del artista Ximo Foix Modelajes y escenografía- que recuerda la importancia que tiene la Fira de Sant Vicent i Dolços Tradicionals en el municipio, una muestra que recoge el sentimiento de un pueblo amante de sus tradiciones. Junto con un faldón de tela típica de Càlig, una de los banderines que todos los años por estas fechas engalanaba las calles y la plaza central de la población.

 Y los dulces tradicionales que desde hace siglos se cocinan en las casas de Càlig y en sus hornos y pastelerías, toman el centro de la composición como, cada año, lo hacen durante la celebración de la Feria. Dulces que recuerdan a las reconocidas ‘farinoses’, pero que también hacen pensar en otros indispensables para calijons y calijones como el rollo de Sant Blai, las coquetas de viaje, las monas de Pascua, la prima de Santa Caterina y de San Nicolau, el mazapán y el turrón de feria el Socorro, los pastelillos, ‘les primetes’, las magdalenas, el ‘prim’ con higos y los brazos de gitano.

 Este año no habrá paradas de artesanía y gastronomía, o de comercios y entidades locales; no habrá conciertos de la banda de música, actividades culturales o actuaciones, ni concurso de dulces o talleres para los niños. Pero la memoria de la Feria sigue viva, y tal y como reza el hanstag #*LoNostreTornarà, algún día Càlig volverá a revivir su Fira de Sant Vicent i Dolços Tradicionals.