El centro social de San Felipe alberga esta mañana la prueba de aspirantes a las cinco plazas de oficial de la Policía Local de Almassora. Un total de 17 candidatos, 15 hombres y dos mujeres, están convocados al examen psicotécnico para evaluar los rasgos de la personalidad y posibles indicadores de desajuste o inadaptación de personas aspirantes y otra prueba dirigida a la medición de las conductas relacionadas con la actividad laboral.
Las 17 personas convocadas han acudido a la prueba, convocada a las 10 horas, entre estrictas medidas de seguridad. Ventilación, distancia de seguridad entre mesas, toma de temperatura y gel hidroalcohólico de manos son las medidas adoptadas por el tribunal para evitar contagios de coronavirus.
De hecho, la Policía Local decidió trasladar el examen del aula de formación del edificio consistorial a este emplazamiento por la amplitud del recinto. Además, la convocatoria recuerda la obligación de acudir al lugar de la prueba “con una antelación de 15 minutos respecto al horario establecido y no antes para evitar aglomeraciones en la calle” en cumplimiento de la normativa de seguridad.
Cabe recordar que el examen tiene lugar después de la realización de las pruebas físicas, la semana pasada, en la pista de atletismo Gaetà Huguet de Castelló y la piscina municipal de Almassora. Todos los opositores calificados como aptos o exentos asisten esta mañana a la prueba psicotécnica provistos de mascarilla y DNI.
Esta convocatoria es independiente de la iniciada meses atrás para la incorporación de siete agentes a la plantilla municipal. En ese caso, seis hombres y una mujer fueron los mejor puntuados tras un proceso como el que ahora pasan los aspirantes a oficial y que incluye pruebas médicas y psicotécnicas, de actitud física, cuestionarios, ejercicios prácticos sobre el temario y entrevista personal.
En esa ocasión, el proceso para la ampliación de la plantilla comenzó con 254 aspirantes, 242 para cubrir las siete plazas de turno libre y 12 para las tres vacantes por el turno de movilidad. La prueba más multitudinaria obligó a habilitar el polideportivo La Garrofera el pasado verano, adoptado a las medidas sanitarias de aquel momento para evitar contagios de coronavirus.
