Es infrecuente el caso que se vivió este fin de semana en la iglesia de Santa María de la parroquia de San Bartolomé de Borriol, con numerosos fieles que guardaron las normas actuales de sanidad en lugares sagrados. El obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Lorente, acompañado de su secretario, Ángel Cumbicos, y ante la presencia del párroco Pere Saborit, se trasladó para proceder a una ceremonia especial por las circunstancias: la confirmación de un vecino inglés, John Williams, de confesión anglicana anterior, que, tras un curso de catequesis en la parroquia durante este último año, solicitó la incorporación a la Iglesia Católica.

Además, sus tres hijas, Noa, Amy y Chloe, de 9, 6 y 4 años de edad, respectivamente, recibieron el sacramento del bautismo en el mismo acto, contando con el acompañamiento de su esposa, católica ya. La familia Williams reside desde hace algún tiempo en la villa y protagonizaron este capítulo único en la parroquia de Borriol.

En la homilía, el obispo indicó que “estamos celebrando la Pascua, la fiesta más grande que tenemos los cristianos, en la que Cristo Jesús ha muerto y ha resucitado para que en Él tengamos Vida”, recibiendo el amor de Dios, “que es lo mejor que nos puede pasar en nuestra vida, pues todos deseamos ser amados y amar como Él nos muestra”. “Creemos en Dios Padre todo poderoso, creador del cielo y de la tierra, creador de cada uno de nosotros", prosiguió, por lo que “no estamos aquí por casualidad, estamos aquí porque a través del amor de nuestros padres, Dios nos crea y nos llama a esta vida por amor y para el amor”.

Además, a los ya bautizados nos hace hijos e hijas suyas, “como va a ocurrir hoy con estas tres niñas”, y también “miembros de una comunidad, de la Iglesia, que en este caso se concreta en esta comunidad de Borriol, que debe ser presencia del amor de Dios para los demás”, apostilló Casimiro López Lorente.