En el término municipal de Burriana concurren numerosos factores que lo hacen susceptible de sufrir inundaciones y es por ello que el Ayuntamiento revisará el plan de actuación municipal para incorporar nuevas zonas de riesgo que han detectado a través de modelos cartográficos más precisos. El objetivo es trazar un protocolo que sea más eficaz para afrontar las situaciones de emergencia y minimizar sus consecuencias.

El concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Bruno Arnandis, explica que, para ello, incidirán en el plan en vigor desde el 2012, ya que en aquel momento la ciudad era considerada municipio de riesgo medio fluvial, teniendo en cuenta los datos correspondientes al año 2002. No obstante, añade que «la tecnología actual permite obtener modelos cartográficos más exactos», y han detectado «nuevas zonas inundables que pasan a tener un riesgo alto».

Sistema de alerta

La localidad se sitúa en el cuarto puesto de vulnerabilidad en cuanto al daño que produciría una inundación en la demarcación del Júcar. Los fenómenos meteorológicos más intensos han causado estragos, con la riuada de 1956 o el episodio torrencial en septiembre de 2009 entre los más catastróficos y presentes en el imaginario colectivo.

El edil reconoce que «es absolutamente necesario» renovar el plan, porque «hay estudios que indican que contar con un sistema de alerta adecuado es la actuación más rentable contra las inundaciones para conseguir reducir los posibles daños en un 20%», alega.

Además de hacer una relación de los medios municipales y prever la estructura organizativa para atajar las emergencias, actualizarán el protocolo con renovados análisis de riesgo, pluviometría, red de acequias y alcantarillado, estudio de crecidas y consecuencias de los últimos años, así como los equipamientos e infraestructuras que existen a día de hoy.