Los quehaceres de Red Eléctrica Española (REE) en torno a la línea de muy alta tensión (MAT) que planea implantar entre Morella y Almassora (el nombre técnico del proyecto es Morella-la Plana 2) no acabarán con la instalación de la nueva autopista eléctrica. Una vez el servicio esté ya en funcionamiento, la empresa deberá retirar el actual trazado (que consta de 251 torres) para minimizar las afecciones sobre el territorio.

Es una obligación exigida por la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental (Ministerio para la Transición Ecológica) que viene estipulada en la resolución por la que otorgó la declaración de impacto ambiental al proyecto, tal como publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 6 de marzo.

Tras el anuncio de este requerimiento, desde la empresa aseguran a Mediterráneo que desmontarán «inmediatamente» la actual línea Morella-la Plana tras la puesta en marcha del nuevo trazado, que sustituirá al existente. De hecho, la compañía ya está estudiando sobre el terreno el proyecto de desmantelamiento, con el fin de diseñarlo «con carácter inmediato».

Red Natura 2000

Tal como recoge el documento estatal, la retirada de la línea en funcionamiento es una petición expresa del Consell (que hizo constar a través de una resolución de la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental de la Generalitat, de diciembre del 2018) para evitar repercusiones sobre la integridad de los espacios protegidos de la Red Natura 2000, ya que «el no desmantelamiento supondría un incremento en la amenaza de colisión para las aves».

La línea que hay operativa en estos momentos presenta un trazado con «alineaciones muy largas y apoyos de baja altura, pero que son muy numerosos» (251 torres frente a las 186 que plantea REE para la MAT), lo que condiciona que resulte «muy visible» desde cualquier punto de observación del entorno y que no evite poblaciones o puntos de interés. 

"El desmantelamiento de la actual línea es muy importante, ya que permite eliminar muchos impactos y corregir afecciones"

Santi Pérez - Diputado provincial de Desarrollo Rural

El actual recorrido eléctrico discurre a poco más de 300 metros del núcleo urbano y el conjunto histórico artístico de Vilafamés; colinda con las masías de Els Hostals, en les Useres, donde incluso sobrevuela algunas edificaciones; pasa junto a la milenaria carrasca de Culla; y también resulta muy perceptible desde el conjunto histórico de la villa de Ares. Además, a lo largo de todo el trazado, la línea sobrevuela en torno a unas 40 edificaciones, algunas de ellas de uso residencial.

Su retirada también evitaría el impacto acumulativo sobre varias zonas de especial conservación (ZEC) y protección para las aves (ZEPA) que hay en la provincia, por lo que desde el Ministerio consideran que «a los beneficios para el medio natural del desmantelamiento de la línea actual se suman los socioeconómicos».

Una tesis en la que coincide el diputado provincial de Desarrollo Rural, Santi Pérez, que considera que su desmontaje es «muy importante» para «eliminar muchos impactos que tienen ahora masías o pueblos» y «corregir al máximo todas las afecciones posibles».