Era la primera vez que le paraba la Guardia Civil y no lo olvidará nunca. E. M. I., de 30 años, iba de copiloto el pasado domingo por la noche, cuando, minutos antes de empezar el toque de queda, una patrulla hizo el alto al coche en el que viajaba junto a un amigo a la altura de la calle del Pilar de Vinaròs, ciudad en la que reside y trabaja. Venían de Santa Magdalena.

Tres agentes (dos hombres y una mujer, todos hablando en castellano) se acercaron al vehículo y les pidieron a los dos ocupantes que enseñaran sus DNI. La joven se lo mostró sin mayor problema y contestó a las preguntas que le realizaban en valenciano, cuando uno de ellos le espetó, según denuncia la propia joven: "No te entiendo, habla en español, que estamos en España".

"El agente me insistió repetidamente en que hablara en castellano y utilizó en todo momento un tono agresivo y violento, me entró miedo incluso"

La protagonista de esta historia, con la que ha podido contactar Mediterráneo, aseguró que ella intentó "mantener el pulso" durante su conversación y continuó hablándole en valenciano, hasta que al final entró en escena la otra guardia civil, que actuó con un "tono más conciliador" y le pidió que cambiara de idioma porque su compañero venía "destinado de fuera" y no la comprendía. "El anterior guardia civil me insistió repetidamente en que hablara en castellano y utilizó en todo momento un tono agresivo y violento, me entró miedo incluso", remarca E. M. I.

Intento de denuncia esa misma noche

Convencida de que habían vulnerado sus derechos, ese mismo domingo por la noche, tras superar el control de tráfico, se fue directamente a la comisaría de la Policía Local de Vinaròs para denunciar ese incidente. No quiso ir al cuartel para evitar situaciones incómodas y tener que encontrarse otra vez con el agente con el que había protagonizado la trifulca. "Me coartaron mi derecho de hablar en valenciano", comenta.

En la sede policial le animaron a que no presentara una demanda por esos hechos, por lo que al día siguiente (este lunes), la joven fue al juzgado a tramitarla, donde le recomendaron de nuevo volver a la comisaría. Esta vez pilló a un agente "más amable" y finalmente interpuso la denuncia contra el guardia civil por abuso de la autoridad y discriminación lingüística.

La Policía Local corrobora la denuncia

Tal como ha podido confirmar Mediterráneo, desde la Policía Local de Vinaròs corroboran la existencia de la denuncia, la cual seguirá su curso por los cauces pertinentes.