Tras abrir en noviembre del año pasado el periodo de exposición pública del plan para acabar de urbanizar l’Abeller, el Ayuntamiento de Borriol ya tiene sobre la mesa las cerca de 50 alegaciones que ha recibido de los propietarios de ese barrio, que ven cómo el proyecto para incorporar servicios esenciales actualmente inexistentes en el núcleo residencial va avanzando poco a poco después de 40 años de continua reivindicación.

Para empezar a responder a las reclamaciones vecinales, el alcalde, Hèctor Ramos, que confiesa que esperaba «recibir más» alegaciones a tenor de la envergadura y las décadas que lleva pendiente esta histórica propuesta, está a la espera de recibir dos informes de dos instituciones. Se trata de un documento de la Dirección General de Carreteras y otro de la Conferencia Hidrogáfica del Júcar (CHJ), cuyo dictamen permitirá al consistorio resolver las alegaciones presentadas. «Nos gustaría agilizar todo lo posible estos trámites, pero el ritmo de la burocracia es el que es», apunta.

Presupuesto de 4,7 millones

Este tercer intento para rematar la urbanización de l’Abeller asciende esta vez a un total de 4.715.409,34 euros (IVA incluido), un importe que deberán asumir los dueños de las 202 parcelas que tiene el barrio, ubicado junto a la carretera CV-16, cerca del embalse de María Cristina.

Tras contestar las alegaciones, el proyecto deberá pasar por pleno para iniciar una nueva fase de exposición pública. Ramos confía en que pueda quedar aprobado en esta segunda etapa de alegaciones, lo que supondría un paso de gigante para encarar la recta final de este proyecto tan demandado.

No en vano, las futuras obras deben definir de forma completa l’Abeller y dotar a la urbanización de servicios básicos y esenciales de los que ahora mismo carece, como alumbrado público o red de saneamiento.

Tampoco dispone de una red de aguas pluviales y de gas y presenta una precaria pavimentación, donde muchas calles no cumplen el ancho mínimo de seis metros. Sin olvidar que más de un vecino obtiene el agua potable a través de pozos que tiene Facsa.